El amortiguador telescópico es un dispositivo construido con un ejecromado y dos tubos de acero (uno dentro del otro). El tubo exterior se denomina tubo de reserva (lleno de aceite). El interno, tubo de compresión. En un extremo, el eje de acero tiene el apoyo que se ancla al vehículo. En el otro extremo se monta un pistón, que siempre se desplaza a lo largo del tubo de compresión, el cual presiona o succiona aceite que fluye a través de válvulas instaladas en el tubo de compresión.[1] Esta construcción genera dos fuerzas muy diferentes, extensión y compresión, cuyas funciones son:
Los amortiguadores son componentes comunes de la suspensión de automóviles y de otros vehículos, como motocicletas, bicicletas, aviones (en este caso con diferente tecnología). La función del amortiguador es controlar los movimientos de la suspensión, los muelles y/o resortes. El movimiento de la suspensión genera energía cinética, que se convierte en energía térmica o calorífica. Esta energía se disipa a través del aceite.
Detección de un amortiguador dañado
El estado de un amortiguador y si esta dañado o no, se puede determinar observando una serie de señales sea en el comportamiento del vehículo, o bien de desagaste en partes del vehículo:[2]
Clases de amortiguadores por el diámetro del pistón
Semi reforzado con pistón de una pulgada y 3/16 de diámetro
Reforzado: posee pistones de una pulgada y 3/8 en su diámetro
Ensanchado: es el mismo reforzado con su tubo de reserva más amplio; esto permite más volumen de aceite para permanecer más tiempo sin calentarse
Extra reforzado construido con pistones de una pulgada y 3/4 o más grande; equipados en tracto mulas generalmente o camiones con carga pesada. Recordemos: los amortiguadores no soportan carga o peso, sino que controlan (amortiguan) los movimientos de la suspensión.
Cabe mencionar los amortiguadores estándar, con pistón de 25 milímetros; su rendimiento y vida no son tan recomendables.