Alicia de Albany (Alice Mary Victoria Augusta Pauline; Windsor, 25 de febrero de 1883-Londres, 3 de enero de 1981) fue un miembro de la familia real británica, última sobreviviente de los nietos de la reina Victoria. También tuvo los títulos de princesa de Sajonia-Coburgo-Gotha y duquesa de Sajonia desde su nacimiento, así como princesa de Teck por matrimonio hasta 1917, cuando fue ordenada a renunciar a dichos títulos por la Patente real del rey Jorge V.
El 9 de abril de 1898, en la iglesia anglicana de San Jorge en Cannes, recibió el sacramento de la confirmación.[Nota 1] Tradicionalmente las princesas británicas, tras recibir este sacramento podían comparecer en sociedad.[2]
Matrimonio
El 10 de febrero de 1904, la princesa Alicia se casó con su tío tercero, el príncipe Alejandro de Teck, el hermano de la princesa de Gales, en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor.[3] Después de su casamiento, la princesa Alicia, llevó el título de Su Alteza Real la princesa Alejandro de Teck.
Mauricio de Teck (29 de marzo de 1910 - 14 de septiembre de 1910)
Renuncia de títulos en 1917
Cuando la Familia Real Británica renunció a todos los títulos de origen germánico por la Patente real emitida por el rey Jorge V en junio de 1917, el esposo de la princesa Alicia, el príncipe Alejandro de Teck adoptó el apellido Cambridge y se convirtió en sir Alejandro Cambrige, y después en conde de Athlone, renunciando a su título de "príncipe de Teck" en el Reino de Württemberg y el tratamiento de Alteza Serenísima. Siendo así sus hijos también perdieron sus títulos de príncipes. La princesa Alicia renunció a sus títulos de princesa de Sajonia-Coburgo y Gotha y duquesa de Sajonia, mientras tanto su hermano Carlos Eduardo, duque de Sajonia-Coburgo y Gotha, que mantenía un nombramiento en el Ejército alemán, le fueron despojados sus títulos británicos. Por otro lado, Alicia siguió llevando sus títulos de princesa del Reino Unido. Desde 1917 hasta su muerte, llevó el título de Su Alteza Real la princesa Alicia, condesa de Athlone.
El esposo de la princesa Alicia, el conde de Athlone murió en 1957 en el palacio de Kensington en Londres.[4] La princesa Alicia vivió ahí hasta 1981, cuando murió a los 97 años y 312 días, siendo la princesa más longeva por sangre de la Familia Real, así como la última sobreviviente de los nietos de la reina Victoria.