Su familia, que se había trasladado a España en 1882 por un cambio de destino de su padre, ingeniero militar, perdió toda su fortuna como consecuencia de la guerra con los Estados Unidos en 1898. Quedó huérfano de padre a los 13 años y a los 14 ingresó como cadete en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. Es nombrado teniente en 1899.
Aerostatos y dirigibles
Kindelán en Madrid (Blanco y Negro, 3 de agosto de 1907)
Kindelán en Valencia (Blanco y Negro, 8 de agosto de 1907)
En 1901 obtuvo el título de piloto de globo aerostático en el Servicio de Aerostación Militar. Realizó numerosas ascensiones en globo y se convirtió en el primer piloto español de dirigible. Obtuvo el tercer y cuarto puesto en sus 2 únicas participaciones en el campeonato de globos de la Copa Gordon Bennett.
Durante las 2 primeras décadas del siglo, se dedicó también a colaborar con el desarrollo de la primera aeronáutica en distintos campos. Publicó los libros Dirigibles y Aeroplanos (1910) y La flota aérea española (1916). Participó, entre 1905 y 1908 con el ingeniero Torres Quevedo en los trabajos de construcción del prototipo del dirigible no-rígido, invento patentado en 1902 por Torres Quevedo y que se emplea en la construcción de los dirigibles actuales.
Aviación militar
Con la llegada del aeroplano en 1911, por encargo del gobierno y junto al coronelPedro Vives y Vich desarrolla el estudio para la creación de una escuela militar de pilotos que finalmente se establece en el aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos y de la que se le encarga la dirección, obteniendo el primer título de piloto militar de aeroplano que en ella se expide en 1911.
En 1913 es nombrado jefe de Aviación del Servicio Aeronáutico Militar, asumiendo el mando de la primera escuadrilla que participa en la guerra de Marruecos. En 1915 se hace cargo de la Escuela Nacional de Aviación (ENA), de carácter civil, que se creó en el aeródromo de Getafe.
En 1921 pone en marcha en Los Alcázares (Murcia) la Escuela de Combate y Bombardeo y en 1922 recibe el cargo de Jefe de las Fuerzas Aéreas de África. En 1923 el teniente coronel Kindelán efectuando una misión sobre Tissi-Assa volando como observador y llevando de piloto al capitánRafael Llorente Sola, es alcanzado por fuego de fusilería en el hombro y el cuello, debiendo permanecer casi 1 año de baja. En 1925 manda la Escuadra Expedicionaria, componente aéreo de la operación del desembarco de Alhucemas.
En 1927, Kindelán presenta un proyecto, que es aprobado para crear la "Jefatura Superior de Aeronáutica", lo cual significó la "casi" independencia de la Aviación, respecto de las otras armas y cuerpos del Ejército de Tierra. Se le concedió el uso de un uniforme específico (verde oscuro) con divisas igualmente particulares.
En 1929 es ascendido a general de brigada, pasando a presidir el Consejo Superior de Aeronáutica.
La República y la Guerra Civil
Alfonso XIII, después del fracaso de la dictadura de Primo de Rivera, a la que apoyó decisivamente, se ve obligado a exiliarse en Roma. Kindelán, marcadamente monárquico, se exilia y se traslada a Francia y luego Suiza al proclamarse la República.[4] Trabaja como ingeniero en la empresa Saurer de Arbon. En 1934 regresa a España para colaborar activamente en la preparación del golpe de Estado de julio de 1936 que, al fracasar parcialmente, da lugar a una guerra civil.
Iniciada esta, la Junta de Defensa Nacional del generalFrancisco Franco le nombra como Jefe del Aire, ocupando la Jefatura de los Servicios del Aire, haciéndose cargo de todas las fuerzas aéreas del bando sublevado durante toda la guerra, incluidas las de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana. Kindelán había apoyado a Franco desde el principio como comandante general de las fuerzas militares y esto le había convertido en uno de sus hombres de confianza.[5] Confiaba en Franco en gran parte como una buena oportunidad para así poder restaurar la monarquía con la mayor brevedad posible después del conflicto.[6]
Según evolucionaba la guerra, el generalEmilio Mola concentraba sus ataques en el frente del norte y Juan Vigón le había convencido de la necesidad de una solución rápida a la guerra.[7] Esto se convirtió en un punto de discordia entre Franco y Kindelán, que le pidió sucesivamente abandonar sus ataques en el frente de Valencia para así concentrarse totalmente en el frente norte.[8] Criticó la participación de Franco en la batalla del Ebro por su larga duración y sugirió que su decisión de comprometerse en este frente en lugar de un ataque directo a Barcelona añadió 4 meses más al final de la guerra.[9]
Dictadura de Franco
Después de la victoria del bando nacional en 1939, Kindelán, crítico con Franco (al que consideraba como un igual y no un superior), no dudaba en considerar el régimen franquista como una regencia y buscaba la restauración de Alfonso XIII. Ricardo de la Cierva propuso en su obra a Kindelán como un buen candidato para asumir el Ministerio del Aire, ya que como tal había ejercido durante la guerra. Sin embargo, Franco lo sustituye como jefe de las Fuerzas aéreas y coloca al generalJuan Yagüe, de Infantería como nuevo ministro del Aire y jefe del recién creado Ejército del Aire, mientras desplaza a Kindelán nombrándolo responsable de la región catalana.[10]
Kindelán simpatizaba con el gobierno del Reino Unido hasta tal punto que los británicos lo utilizan (y para ello le sobornan con medio millón de dólares de la época)[13] para presionar a Franco a restaurar la monarquía y así forzar a España su neutralidad durante la guerra mundial. El 13 de diciembre de 1941 la embajada alemana se quejó de que Kindelán hubiese invitado al embajador del Reino Unido a su palco del Liceo de Barcelona.[14]
En 1941 se hace con el cargo de capitán general de Cataluña, un cargo diseñado por Franco para equilibrar a las distintas facciones dentro de los militares y así amortiguar el poder de Ramón Serrano Súñer y Falange.[15] En noviembre de 1942, cuando el ministro del EjércitoCarlos Asensio está empujando a que España entre en la guerra, se reúne con Franco y le afirma que si esto ocurre, hará un golpe de Estado para restaurar la monarquía.[cita requerida] Kindelán contaba con el apoyo de un importante número de generales y, aunque al principio Franco no reaccionó, a los 3 meses, en 1943, consigue un nuevo cargo.[16] Es nombrado director de la Escuela Superior del Ejército y miembro académico de la Real Academia de la Historia, aunque no toma posesión del cargo.[cita requerida]
En agosto de 1945, después de atacar a Franco en un polémico discurso pro-monárquico, pierde su cargo en la academia militar.[17] Mientras tanto, su libro más importante, Mis cuadernos de guerra,[18] se retrasa y sufre la censura. En él se trazan el desarrollo de la guerra civil y le eliminan un pasaje crítico con las decisiones de Franco en el frente del norte.[19]
Kindelán en este momento se ve libre para dedicarse a las conspiraciones para asegurar la restauración al trono del infante conde de Barcelona, Juan de Borbón. Cuando en 1946 se da a conocer el llamado manifiesto de Lausana donde se pide la restauración inmediata de Juan de Borbón, Franco identifica a Kindelán como el cabecilla del manifiesto y ordena su encarcelamiento. Fidel Dávila Arrondo hace un llamamiento a Franco para que tenga en cuenta sus servicios pasados y su avanzada edad, 67 años. El dictador cedió y le envió al exilio a las islas Canarias, a más de 2.000 kilómetros de la capital del país.[20]
Tras la guerra en Europa, ahora con 2 grandes frentes internacionales, Estados Unidos y la Unión Soviética, el Gobierno evolucionó hacia posturas monárquicas. En 1947 la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado define por vez primera el Estado franquista como un "Reino", aunque manteniendo la Jefatura del Estado atribuida nominativamente a Franco, que en cualquier momento podría proponer a las Cortes la persona de su sucesor, a título de rey o de regente. En 1949 el general Kindelán pasa a la reserva con 70 años.
Durante los últimos años, Kindelán es parcialmente rehabilitado, ocupa su puesto en la Real Academia de Historia y se le concede la Medalla Aérea que solo acepta con la aprobación de Juan de Borbón. En 1961 Kindelán es reconocido con el título nobiliario de marqués de Kindelán,[2] título concedido por:
...los méritos contraídos por el teniente general del Ejército, don Alfredo Kindelán y Duany, que tuvo la responsabilidad directa del mando superior de las Fuerzas del Aire que mantuvieron victoriosamente en los cielos de España su dominio durante toda la campaña, vengo en expresarle el reconocimiento de la Nación por los servicios prestados a la Cruzada Nacional.
No obstante, Paul Preston opina que esta distinción es una broma irónica de parte de Franco, burlándose del hecho de que, a pesar de todos sus esfuerzos, Kindelán todavía no estaba viviendo en la monarquía que así deseaba.[21] Murió al año siguiente en Madrid, el 14 de diciembre de 1962, con España todavía bajo el franquismo. En la actualidad el Ejército del Aire tiene en su honor la Cátedra Kindelán.
Obra escrita
Kindelán dejó escritos varios libros y artículos relacionados con la aeronáutica y la guerra civil, entre ellos[22] y según el contexto de la época se pueden ordenar en:
Alfonso XIII
Las ascensiones libres en la compañía de aerostación, 1905
Globos dirigibles, 1909
Dirigibles y Aeroplanos, editorial Memorial de ingenieros del ejército, 1910
La flota aérea española, 1916
Segunda Guerra Mundial
España ante la esfinge, editorial Plus Ultra, 1942
El generalato y el general: misiones y cualidades, editorial Gráficas Yagües, Madrid, 1943
conferencia en la inauguración del tercer curso de mandos, Escuela Superior del Ejército
España, ente geopolítico singular, editorial Gráficas Yagües, Madrid, 1943
conferencia en el acto inaugural del 4.º curso de mandos superiores, Escuela Superior del Ejército
Ciclo de lecciones militares de la hora presente, editorial Gráficas Yagües, Madrid, 1944
conferencia de la 4.ª y 5.ª hora, Escuela Superior del Ejército
La guerra en el Mediterráneo y Norte de África, editorial Idea, 1944
Tomo V, colección: Historia de la Segunda Guerra Mundial
La próxima guerra, editorial Manuel Aguilar, 1945
Plus Ultra, Madrid, 1945
Mis cuadernos de guerra, Madrid, 1945
Franquismo
Ejército y política, Editorial Aguilar, Madrid, 1947
Europa, su forja en cien batallas, editorial J. Pueyo, Madrid, 1952
Clima de guerra, editorial Aguilar, 1952
Biografía del Señor D. Pedro Vives Vich, general de Ingenieros, fundador y primer jefe de la Aeronáutica española, editorial Rex, Barcelona, 1955
Cuatro novias inglesas, editorial Destino, Barcelona, 1960
El problema de los ejércitos, editorial Euramérica, Madrid, 1961
Póstumas
Mis cuadernos de guerra, editorial Planeta, Barcelona, 1982, ISBN 84-320-5677-4.
Es una segunda reedición del libro publicado en 1945 pero, esta vez, con pasajes suprimidos por la censura franquista.
La verdad de mis relaciones con Franco, editorial Planeta, 1.ª ed., Barcelona, 1981. ISBN 9788432056650.
↑Walter Oppenheimer (1 de junio de 2013). «“General Varela (2 millones)”». elpais.com. Londres. «[En el documento desclasificado británico en el que se detallan los pagos] se añade entre paréntesis: "Kindelan is a crook" (Kindelán es un chorizo).»
↑«Manifestaciones de esta índole no tienen utilidad ninguna para España y ocasionan, por el contrario, serios inconvenientes que obstaculizan nuestra gestión, tan delicada y difícil, explicó Serrano a Franco al comentar dicha protesta», Klaus-Jörg Ruhl,Spanien im Zweiten Weltktrieg. Franco, die Falange und das Dritte Reich, Hamburgo, 1975, pág. 102
↑Ver por ejemplo, búsqueda en google books: kindelán, también en A golpes de sable: los grandes militares que han marcado la historia de España, Gabriel Cardona, pág.431
Bibliografía
Kindelán, Alfredo (1981); La verdad de mis relaciones con Franco, editorial Planeta, 1.ª ed., Barcelona. ISBN 9788432056650.
Cardona, Gabriel (2008); A golpes de sable: los grandes militares que han marcado la historia de España, editorial Ariel, Barcelona. ISBN 978-84-344-5246-6
Preston, Paul (2008); El gran manipulador, editorial Ediciones B, 1.ª ed., Barcelona. ISBN 978-84-666-3829-6.
Permuy López, Rafael Ángel y González Serrano, José Luis (2010); Aviación Militar Española, editorial Tikal, Madrid; pp. 13 y sstes., ISBN 978-84-9928-066-0