Después de la muerte de su marido en 1664, pasó a ser regente en nombre de su hijo en Frisia, Groningen y Drenthe. En 1665, tanto Inglaterra como el obispado de Münster declararon la guerra a los Países Bajos. Debido a que la mayor parte del dinero de la defensa había sido utilizado para la flota, el ejército había sido descuidado. Cuando Groningen estuvo bajo asedio, Albertina Inés corrió a la ciudad a dar apoyo moral. Presionados por el rey Luis XIV de Francia, entonces un aliado, las fuerzas de sus enemigos se vieron obligadas a retirarse, pero seis años más tarde los Países Bajos fueron atacados por el sur, por los franceses a las órdenes de Luis XIV y por el norte por el obispo de Münster y el arzobispo de Colonia. Ella organizó la defensa y mantuvo alta la moral.
En 1676 Albertina Inés compró una casa de campo en Oranjewoud y la llamó Palacio de Oranjewoud. Fue aquí donde murió en 1696. También hizo construir el Palacio de Oranienstein desde 1672 como su nueva residencia en Diez.