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Un agente inmobiliario[1] o corredor de propiedades es una persona física que se dedica a prestar servicios de mediación, asesoramiento y gestión en transacciones inmobiliarias relacionadas con la compraventa, alquiler, permuta o cesión de bienes inmuebles y de sus derechos correspondientes, incluida la constitución de estos derechos.[2]
Profesionalización
La compra, la venta y la valoración de inmuebles implican una profesionalización específica, profunda y rigurosa. También es aconsejable desarrollar ciertas habilidades blandas como responsabilidad, comunicación, trabajo en equipo, proactividad, para alcanzar el éxito profesional de manera rápida y sostenida en el tiempo.[3]
Pueden ejercer como agentes inmobiliarios:
Los agentes de la propiedad inmobiliaria[4] que cumplen los requisitos de calificación profesional establecidos por su normativa específica y por la presente Ley.
Todas las personas físicas o jurídicas que tengan la capacitación profesional requerida y cumplan las condiciones legales y reglamentarias que les sean exigibles.[5]
Los agentes inmobiliarios,[6] para poder ejercer, deben:
Disponer de un establecimiento abierto al público a tal efecto, salvo que la comercialización de los servicios inmobiliarios se efectúe a distancia por vía electrónica o telemática, en cuyo caso debe acreditarse una dirección física del agente responsable.
Estar en posesión de la capacitación profesional que se les exija legalmente. En caso de tratarse de personas jurídicas, la capacitación es exigible a los administradores o, en su caso, a los miembros del consejo de administración. Sin embargo, en países como la República Dominicana, la labor de agente inmobiliario se realiza de modo informal[7][8]. No se exige una capacitación profesional ni existe una normativa que regule el trabajo persé del agente.
Constituir y mantener una garantía, con vigencia permanente, que les permita responder de las cantidades que reciban en el ejercicio de su actividad mediadora hasta que las pongan a disposición de los destinatarios. Para determinar el importe de la garantía es preciso tener en cuenta el número de establecimientos que cada agente mantenga abiertos al público. Por reglamento pueden establecerse las modalidades que puede adoptar y los criterios de fijación del riesgo que debe cubrir dicha garantía. En el caso de los agentes colegiados o asociados, la garantía puede constituirse por medio del colegio o asociación profesional a que pertenezcan.
Constituir y mantener una póliza de responsabilidad civil, con vigencia permanente, que les permita responder del ejercicio de la actividad mediadora. El capital que ha de asegurar la póliza debe determinarse por reglamento, teniendo en cuenta el número de establecimientos que cada agente mantenga abiertos al público. La póliza de seguro puede ser individual o bien, en el caso de los agentes colegiados o asociados, la póliza colectiva que tenga concertada el colegio o la asociación profesional a que pertenezcan.[9]
Regulación por país
En cada país, la actividad se rige por una ley particular. Hasta el momento, no hay una ley que regule los temas inmobiliarios a nivel mundial, esto a pesar de que muchos agentes inmobiliarios realizan transacciones en países distintos a aquél en el que se encuentra su residencia principal.
En España, para poder ejercer como agente inmobiliario, se debe estar inscrito obligatoriamente en el Registro de Agentes Inmobiliarios, registro que tiene como finalidad favorecer la transparencia en el sector inmobiliario y garantizar la protección a los consumidores.[10]
En México, existen asociaciones como la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios y la Asociación de Profesionales en Comercialización Inmobiliaria que buscan profesionalizar y proteger a los consumidores a través de la formalización de la profesión de Agente Inmobiliario.
En República Dominicana, la actividad del agente inmobiliario no está regulada por ley. En consecuencia, no se requiere de una licencia emitida por el Estado para ejercer este oficio. Sin embargo, si existe una Asociación Nacional de Agentes y Empresarios Inmobiliarios (AEI). La AEI busca integrar y armonizar a los actores que convergen en el mercadeo y venta de propiedades.
En Argentina rige para los corredores inmobiliarios la ley 25028 donde contempla todos los requisitos de la profesión. En el sitio de noticias https://noticiasrealestate.com/ se puede encontrar información actualizada del mercado inmobiliario Argentino y sus normativas.
En Ecuador es un requisito obtener la Licencia Profesional de Corredor de Bienes Raíces en una ACBIR de una de las provincias del país, entre las más reconocidas y grandes están la de Pichincha, Azuay y Guayas , cumplir con lo establecido en el Artículo 77 del Código de Comercio en Ecuador, haber cumplido la mayoría de edad (18 años), tener mínimo un año de experiencia en la actividad y estar habilitado para ejercer libremente actividades de comercio.
Agentes inmobiliarios virtuales
Existen en la actualidad, mediante el uso de las tecnologías de la comunicación e internet, agentes inmobiliarios virtuales, los cuales se materializan a través de sitios web, en los cuales hay dos factores principales: los oferentes y los demandantes de propiedades. Estos espacios proporcionan un lugar de encuentro para intercambiar contactos de quienes quieren vender, alquilar, comprar propiedades. De esta manera, se crea un nuevo espacio virtual que pertenece al dueño de la página web, quien podría conceptualizarse como un agente inmobiliario virtual.
Consultores hoteleros
Dentro del sector inmobiliario hay un sub-segmento particularmente especializado, el sector de la asesoría e intermediación hotelera. En España existen algunos agentes inmobiliarios generalistas que trabajan también en el segmento de consultoría hotelera. Existen también empresas especializadas exclusivamente en hoteles, búsquedas de operador hotelero y búsquedas de inversión hotelera.
Bróker hipotecario
El bróker hipotecario es un intermediario entre las instituciones financieras y las personas que solicitan créditos hipotecarios. Ellos asesoran a los solicitantes indicándoles cuál es y en qué consiste el préstamo que mejor se adapte a sus posibilidades de pago.