Abies alba, el abeto común o abeto blanco es un árbolperennifolio de la familia de las pináceas, originaria de las regiones montañosas de Europa. De porte piramidal, tamaño medio o elevado, entre 20 y 50 metros, puede alcanzar los 60 metros de altura, su tronco es derecho y columnar, desprovisto de ramas en su parte inferior, de hasta 6 metros de circunferencia, con corteza cenicienta a blanquecina, lisa y con vesículas resinosas; se oscurece y resquebraja en los ejemplares viejos.
Características
Es un árbol perennifolio, de hojas lineales de 1,5 a 3 cm, planas, solitarias, no punzantes, dispuestas en dos hileras gruesas con dos líneas blanquecinas en la parte inferior; yemas no resinosas. Sus ramas desde el suelo son casi horizontales. Estróbilos erectos entre 10 y 20 cm con escamas tectrices. Los conos masculinos, amarillentos, miden de 7-12 mm y aparecen agrupados en la parte inferior de las ramillas. Los conos femeninos, verdosos, miden de 10-18 cm de longitud, erectos, verdosos al desarrollarse.
Floración
Florece en la primavera, durante el mes de abril. Los conos maduran en el otoño siguiente. Las flores se dividen en conos femeninos (las piñas o estróbilos) y en conos masculinos (donde se encuentra el polen)
Hábitat
En las laderas y umbrías de las montañas, principalmente sobre los suelos frescos y profundos, tanto en los ricos como en los pobres de cal, con óptimo entre los 700 y 1800 metros, pero alcanzando con frecuencia los 2000 m. Requiere un clima húmedo, con sequía estival no muy acusada, perjudicándole mucho las heladas tardías. Se asocia al haya y también al pino albar, cuando este es favorecido; o con el pino negro en su límite superior.
Dioscórides no menciona el abeto, pero Andrés Laguna lo clasifica junto con otras coníferas parecidas como el pino, y dice "Mas el abeto produce aquel excelente líquido incógnito a los antiguos, comúnmente llamado óleo de abeto, el cual se coge rompiendo ciertas vexiguillas que se hinchan entre corteza y corteza de dicho abeto, en las cuales milagrosamente se engendra. Es muy claro, puro, transparente, oloroso y amargo y tiene la virtud de soldar heridas frescas, y de encorar los callos. Tomado por la boca resuelve toda ventosidad, vale contra dolores de yjada, purga las arenas de los riñones y mitiga los dolores de las junturas y de los nervios".[2]
Observaciones
El nombre científico de este abeto, alba, alude sin duda al color blanquecino de su corteza, rica en taninos.
La madera es blanca, ligera, poco resinosa, fácil de trabajar, es muy usada en la construcción, en ebanistería fina, para la confección de instrumentos musicales como órganos y en la fabricación de papel. La corteza es rica en taninos.
La trementina, que se obtiene de vejigas corticales, es un líquido de olor resinoso y sabor algo amargo, que los latinos llamaron lacryma abietis y que gozó de gran fama como balsámico y vulnerario. Sin tratar se conoce con el nombre de resina y se utiliza para calafatear los barcos.
Reconocimiento
Base de la hoja no decurrente (huella limpia al arranacar la hoja, ejes del ramillo suaves al tacto), inserción del peciolo circular (y que no sobresale de la superficie del ramillo, liso). Hojas normalmente escotadas en el ápice, de sección aplanada, largas, verde oscuro.
Piñas erectas de escamas caducas y brácteas tectrices de las mismas salientes.
Por vía interna se utiliza como balsámico y pectoral ya que tiene propiedades anticatarrales, antigripales y diuréticas. La infusión se tomará a razón de cuatro tacitas diarias.
Por vía externa, es cicatrizante y resolutivo si se aplica sobre abscesos y tumores.
Por vía externa como fricción, su esencia de trementina actúa como remedio contra los dolores reumáticos.
Se utiliza como desinfectante doméstico. No obstante, debe utilizarse con precaución, ya que la esencia del abeto produce en algunas personas fenómenos alérgicos.[2]
↑ abDr. Berdonces I Serra (1ª edición: 1998). «Abies alba». Gran Enciclopecia de las Plantas Medicinales. Tikal ediciones ISBN84-305-8496-X. pp. 41-42.Falta la |url= (ayuda)