El vórtice polar norteamericano de 2014 fue un evento de meteorología extrema que afectó a Canadá, el centro y este de los Estados Unidos (extendiéndose por el sur hasta Nashville y Tennessee)[1] y el nordeste de México (particularmente a Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila). En Estados Unidos afectó a 187 millones de personas.[2] Un frente frío originario del Ártico, en un principio se combinó con un viento del norte el 2 de enero; el vórtice polar dejó una fuerte nevada y rompió récords de temperatura fría en los Estados Unidos, lo que provocó el cierre de escuelas, carreteras y cancelaciones de vuelos en masa.[3][4][5][6]
El 11 de enero el vórtice polar comenzó a retirarse de los Estados Unidos tras dejar un saldo de 21 muertos y pérdidas estimadas en 5000 millones de dólares.[7]
El vórtice polar consiste en vientos fuertes de nivel superior que normalmente rodean al Polo Norte y circulan en una dirección contraria a las agujas del reloj; se ubican en la media y alta troposfera y la estratosfera. Dichos vientos tienden a mantener el aire glacial atrapado en las regiones árticas del hemisferio norte. En algunas ocasiones, el vórtice polar se distorsiona y se desplaza más al sur de donde se halla normalmente, llevando consigo una masa de aire helado que provoca un drástico descenso de las temperaturas.[8]
En Chicago declararon estado de calamidad a causa del frío glacial; la ciudad registró un récord histórico de -50 °C de sensación térmica.[2] El frío era demasiado intenso incluso para los pingüinos y los osos polares. En el zoológico Lincoln Park, un oso polar que no tenía desarrollada la capa de grasa que tienen sus compañeros del Ártico fue trasladado al interior.[11]
En Canadá el fenómeno se sintió con mayor intensidad en las provincias de Ontario, Saskatchewan, Manitoba y Terranova y Labrador.[12] Las cataratas canadienses del Niágara se congelaron de golpe debido al vórtice,[13] con temperaturas inferiores a los -20 °C, el caudal del río quedó parcialmente helado.
La península de Yucatán en México también padeció los estragos de la ola de frío, y el 7 de enero se registraron 17,6 °C de máxima en Mérida, algo que se no se veía en esa región desde 2007.[14] Ese día, la temperatura más baja se reportó en la localidad de Oxkutzcab, con 13 °C.
Los efectos de este vórtice afectaron incluso a la región escandinava de Europa pues ha despertado de su hibernación a los osos de Finlandia, donde ya había plantígrados comiendo bayas, dando presión sobre estas plantas y poniendo en peligro la supervivencia de los osos. El vórtice de enero ha propiciado que las aves migratorias lleguen antes de lo normal a las costas de Suecia y que llenen de tempraneras plantas las praderas de Noruega.[15]
Nevadas
El sureste de Míchigan recibió de 130 mm a 460 mm de nieve.[16]
Las nevadas eran más leves hacia el sur; entre 13 y 51 mm de nieve cayeron en Tennessee.[17]
Mínimos históricos
El 5 de enero de 2014, en Green Bay se informó de una temperatura de -28 °C. El Servicio Meteorológico Nacional (Estados Unidos) confirmó que era la temperatura más fría registrada para esa fecha, rompiendo una serie de bajas del año 1979.[18] El 6 de enero, el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago registró su temperatura más baja registrada para esa fecha, -26 °C, rompiendo un récord establecido en 1884 y empató con la de 1988.[5]
La ciudad de Winnipeg, registró un mínimo histórico de -37,9 °C el 31 de diciembre de 2013, con una sensación térmica de -48 °C. Las temperaturas en el Polo Norte también se registraron a -29 °C. El Museo Manitoba informó que esta temperatura fue más fría que lo que hay en Marte.[19]
Daños
Entre 13 y 16 muertes se atribuyeron al vórtice polar inicialmente, con las condiciones de las carreteras peligrosas y el frío extremo citados como causas.[20][21] Al tiempo que el vórtice comenzaba a retirarse la cifra de fallecidos era de 21 personas.[22] Un apagón eléctrico en Terranova, la noche del 5 de enero, dejó 190 000 abonados sin electricidad. La mayoría de los cortes fueron restaurados el día siguiente.[23] 24 000 se quedaron sin electricidad en Indiana, Illinois y Misuri.[24]
Entre el 5 y el 6 de enero, las temperaturas cayeron 28 °C (50 °F) en el centro de Tennessee, bajando a una máxima de -13 °C el lunes 6 de enero en Nashville. La caída del suministro eléctrico dejó 1200 clientes en Nashville sin energía y la Agencia de Manejo de Emergencias de Tennessee declaró el estado de emergencia.[17]
Unos 187 millones de estadounidenses (alrededor de un tercio de la población del país) se vieron afectados por la ola de frío.[10]
Respuesta del gobierno
Colegios, carreteras y oficinas públicas fueron cerradas en varias regiones afectadas. El clima también dejó en tierra miles de vuelos.
En Minnesota, todas las escuelas públicas del estado fueron cerradas el 6 de enero por orden del gobernador Mark Dayton.[25] En Indiana, más de cincuenta de los noventa y dos condados, incluyendo prácticamente todo el norte de Indianápolis, se cerraron todas las vías al tráfico, excepto a los vehículos de emergencia.[26] En Míchigan, el alcalde de Lansing, Virg Bernero, emitió una emergencia de nieve que prohíbe los viajes no esenciales, así como el cierre de las oficinas gubernamentales no esenciales.[27] En Wisconsin, la mayoría de las escuelas (si no todas) del estado fueron cerradas el 6 y el 7 de enero.[28]
Por lo menos 3600 vuelos fueron cancelados el 6 de enero, y varios miles habían sido cancelados durante el fin de semana anterior.[3] Amtrak canceló el servicio de trenes de pasajeros con conexión en la ciudad de Chicago debido a las fuertes nevadas y al intenso frío.[29]