Fue el primer obispo del Cuzco, y por ello el de toda Sudamérica, por ser Cuzco el primer obispado creado en ella.
Biografía
Nacido en la villa de Oropesa (actual provincia de Toledo) fue hijo de Francisco de Valverde y Pizarro, noble natural de Trujillo y pariente de Francisco Pizarro, y de Ana Álvarez de Vallegeda y Arévalo; descendiente de judíos coversos (su madre no fue hija de Fernando Álvarez de Toledo y Herrera, IV señor de Oropesa y Leonor de Zúñiga y Lara, hija de Álvaro Pérez de Zúñiga, I duque de Béjar y Arévalo, no existe ningún dato histórico ni registro de que el duque tuvidera una hija llamada Ana María). Su hermano mayor fue Francisco de Valverde y Álvarez, que sirvió en las guerras de Nápoles a las órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba «el Gran Capitán», y posteriormente acompañó a Francisco Pizarro en la conquista del Perú, quedando allí establecido dando origen a una de las familias más importantes e influyentes en la historia de Perú.
Acompañó a su pariente Francisco Pizarro a la conquista del Perú, predicando el Evangelio, y bautizó al inca Atahualpa antes de ser ejecutado, y protagonizó el famoso episodio con la Biblia. Cuenta la leyenda, que Atahualpa escondió la mayor parte de su tesoro en algún lugar desconocido, pero nunca se ha encontrado, ni por los españoles ni por las generaciones posteriores. Ésta leyenda está recogida en un libro, del que existen muy pocos ejemplares, llamado El derrotero Valverde.
Cuando se instituyó la ciudad de Cuzco como sede del primer obispado de aquellos inmensos territorios, por el papa Paulo III en el consotorio celebrado en Roma el 13 de enero de 1536[1] y real cédula del 8 de enero de 1537, fue nombrado primer arzobispo el 8 de septiembre de 1538. Ese mismo año comenzaron las obras de la que sería catedral de Cuzco. El arzobispado de Cuzco se extendía desde la actual Nicaragua hasta Tierra de Fuego.
Vivió en Cuzco la mayor parte de su vida como arzobispo, residiendo en el palacio de los Marqueses de San Juan de Buenavista, uno de los edificios más notables de Cuzco y del Perú. En uno de sus viajes, cuando se dirigía a Centroamérica, fue capturado por un grupo de nativos de la isla Puná, donde le torturaron y dieron muerte por sus intentos de predicar el cristianismo.
En 1563, el Virrey del Perú, Diego López de Zúñiga y Velasco conde de Nieva, ordenó fundar la villa de Valverde, en honor a esta familia, pero a partir de 1640 pasó a llamarse Ica, nombre que conserva en la actualidad.