Los abuelos paternos reclaman la tenencia de una huerfanita que está siendo criada por su abuelo materno, y de la cual nunca se habían ocupado anteriormente.
”Mario Sabato aceptó sin discutir la regla del juego. Dirigió al “monstruo” como lo requiere este tipo de fábula optimista dándole la mayor importancia.”
”Orfandad de padre y madre, abuelo titiritero y cardíaco, disputa de mayores que olvidan todo ante la dulzura infantil, lágrimas. Un film con las constantes de la estrella en sus años de niñez.”
Referencias
Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2001). Un diccionario de films argentinos (1930-1995). Buenos Aires, Editorial Corregidor. pp. 397/8. ISBN950-05-0896-6.