En el fútbol profesional, una transferencia o fichaje es el término referente a cuando un jugador bajo contrato se mueve entre clubes o bien si es agente libre. En general, un jugador puede ser transferido únicamente durante el mercado de fichajes y de acuerdo a las reglas establecidas por un ente rector del deporte (cumpliendo también los requerimientos de la FIFA). Usualmente un monto de transferencia es acordado como compensación financiera entre el club interesado y el equipo poseedor de los derechos del jugador.[1]
En el ámbito del deporte profesional las ligas de los distintos deportes cuentan con diferentes requisitos para poder dar de alta a un jugador, aunque normalmente comprenden los siguientes: un acuerdo con el jugador y su representante para el traspaso y la remuneración económica por temporada y por objetivos, un acuerdo con el club anterior, no estar inscrito en ningún otro equipo y haber superado las pruebas médicas del nuevo club.
Los contratos, según la FIFA, el mayor órgano regulador del deporte, pueden tener una duración de hasta 5 años. Estos son muy diversos en cuánto a lo que pueden comprender. Sin embargo, casi todos tienen algo a lo que se le llama una cláusula de liberación, una parte del contrato en dónde un club establece el monto que debe pagársele para desvincular a un jugador de su actual contrato y que este pueda firmar un nuevo contrato con otro equipo.
Para los clubes, el principal objetivo de incluir una cláusula de liberación es conservar a un jugador en sus filas. Generalmente, se exigen cifras muy elevadas para activar esta cláusula y es un instrumento legal poderoso para desincentivar a otros clubes que quieran hacerse con los servicios de un jugador específico. De esta forma, se ayuda al club para retener al jugador más fácilmente.[2]
Las cifras más altas del mundo
Transferencias más altas de la historia del fútbol (valor mínimo)