En 1867 viajó a París en compañía del escritor Francisco J. Orellana para ilustrar la obra La exposición universal de París, que después editaría Salvador Manero.[1] Pintó en 1868 las vidrieras del ábside de la iglesia del Pino de Barcelona y el retrato de la abadesa del convento de San Juan de Jerusalén.[1] En virtud de concurso obtuvo en 1869 la plaza de profesor de dibujo de la Escuela de Sordomudos de Barcelona, a la que renunciaría en 1875.[1] También cultivó la crítica artística.[8]
El inicio del periodo álgido de su carrera como ilustrador coincidió con la Revolución de 1868.[9] Contrajo matrimonio en 1870 y tuvo tres hijos.[9] Con la llegada de la monarquía de Amadeo I, marchó a Cartagena, donde trabajó como corresponsal artístico de La Ilustración Española y Americana.[1] Falleció el 16 de abril de 1877,[1] en Barcelona.[10]
Obra
Cultivó gran variedad de géneros:[11] caricatura política, ilustraciones históricas[11] o historieta.[nota 1] Fue autor de un cuadro al óleo representando a Pelayo, aclamado en la montaña de Covadonga.[1] En la Exposición celebrada en Madrid en 1863 presentó el lienzo La estación de un camino de hierro antes de partir el tren.[1] Hizo los dibujos para la colección dramática El teatro selecto y para la obra de Víctor BalaguerLas calles de Barcelona.[1] En la Exposición celebrada en Madrid en 1863 presentó el lienzo La estación de un camino de hierro antes de partir el tren.[1]
Entre las obras de Padró, Elías de Molins destaca por su importancia la ilustración de la Historia de España de Lafuente, editada por Montaner y Simón, para la cual viajó por la península para visitar archivos bibliográficos y museos y tomar notas.[1] Obtuvo el segundo premio en un concurso abierto por La Ilustración Española y Americana por su dibujo «D. Alfonso es la paz», así como sería elogiado el boceto que presentó junto con Antonio Caba para concurrir a un premio concedido por la Diputación Provincial de Barcelona.[1]
↑Aunque formó parte de los orígenes de la historieta en España, sus ilustraciones en esta área, descritas por Manuel Barrero como conjuntos de viñetas sin continuidad narrativa pero una temática común, han sido calificadas más como «protohistorieta».[12]
↑Ibáñez Álvarez, 2004, p. 200. «Por lo que se refiere a los ilustradores, parece ser que fue Tomás Padró (1840-1877?) el principal dibujante de La Flaca (...) según se indica en el Prospecto del Tomo III, aunque su nombre no aparece en las ilustraciones».
↑Vélez, Pilar (2008). «El triomí de la imatge. La revolució litogràfica». En Pilar Vélez (ed.), ed. L'exaltació del llibre al vuitcents: art, indústria i consum a Barcelona. Biblioteca de Catalunya. p. 98. ISBN978-84-7845-028-2.