The Brain That Wouldn't Die, también conocida como The Head That Wouldn't Die, es una película de terror y ciencia ficciónestadounidense de 1962 dirigida por Joseph Green y escrita por Green y Rex Carlton. La trama gira en torno a un científico loco que experimenta con partes humanas, manteniéndolas con vida con independencia del resto del cuerpo.
El Dr. Bill Cortner (Jason Evers) es un exitoso científico que mantiene una relación con su novia, Jan Compton (Virginia Leith). Luego que Jan muriera decapitada en un accidente automovilístico, el Dr. Cortner recoge su cabeza y corre a su laboratorio, donde la revive y se las arregla para mantenerla viva en una bandeja llena de líquido.
Cortner decide cometer asesinatos para obtener un cuerpo al que añadir la cabeza de su prometida. Mientras él busca un cuerpo adecuado, Jan planea matar al científico; dado que Cortner no la deja morir en paz, ella se comunica telepáticamente con un mutante encerrado en el laboratorio, diciéndole que mate al científico. Tras deshacerse del asistente del científico, el mutante escapa de su celda y mata a Cortner, quien había vuelto al laboratorio con una joven inconsciente para usarla como el cuerpo de su novia. Mientras el laboratorio arde en llamas, el monstruo toma a la joven y la lleva a un lugar seguro. Jan, que continúa en el laboratorio, ve el cadáver de su novio y dice "te dije que me dejaras morir". A medida que la película funde en negro, Jan comienza a reír.