En respuesta al asesinato de su hermano, la gente de Salerno proclamó príncipe a Siconulfo, oponiéndose a los deseos del usurpador Radalgiso, que lo tenía prisionero en la ciudad de Tarento. Siconulfo fue liberado por gentes de Salerno y Amalfi que asaltaron su prisión disfrazados de mercaderes amalfitanos, le rescataron y llevaron a Salerno.[1]
Fue Radalgiso quien llamó primero en su ayuda a mercenariossarracenos contra Siconulfo en 841, aunque Siconulfo pronto respondió haciendo lo mismo contra su oponente. La guerra duró diez años, durante los cuales los estragos causados por los sarracenos empeoraron y muchas iglesias fueron expoliadas. Finalmente, en 849, el rey de Italia y coemperador del Sacro Imperio Luis II el Joven, medió en el conflicto, y confirmó la división[2] del principado beneventano, forzando a los dos rivales a firmar una paz y haciendo a Siconulfopríncipe de Salerno. Las ciudades principales del nuevo principado eran Tarento, Cassano, Cosenza, Paestum, Conza, Sarno, Cimitile (Nola), Capua, Téano y Sora.