Santa María de Poyos o, simplemente, Poyos es un pueblo abandonado de la provincia de Guadalajara, hundido desde 1956 bajo las aguas del embalse de Buendía. La mayor parte de sus últimos habitantes fueron trasladados a la localidad vallisoletana de San Bernardo, en el municipio de Valbuena de Duero. Otra parte a la población conquense de Paredes de Melo, donde se les facilitó casa y tierras a la espera de las indemnizaciones por las expropiaciones de terrenos para el embalse. Su término municipal quedó integrado en 1967 al de Sacedón.
Al pie de la carretera que bordea el pantano está la pequeña ermita de San Andrés, cerca de donde se hallaba el pueblo.
Demografía
Se estima que en el momento de la construcción del embalse vivían en el pueblo 110 familias, que fueron realojadas en las localidades de:[3]
Festividades
Cada cuarto domingo de septiembre se celebra una romería en honor a la Virgen de la Soterránea junto a la ermita de San Andrés, donde se reúnen los hijos del pueblo. El 22 de septiembre de 2012 se conmemoró el 60 aniversario de la desaparición del pueblo con la asistencia de más de 600 personas.[4]
Referencias
Bibliografía