Se narra el episodio bíblico ocurrido durante el tiempo de los Jueces de Israel y descrito en el libro homónimo.[1] Sansón, por su extraordinaria fuerza, ejecutó grandes actos de venganza contra los enemigos de Israel, los filisteos, por los que gobernó durante veinte años. Estos, buscaban doblegarlo para lo que contrataron a Dalila quien tenía que descubrir el secreto de su descomunal fuerza. Por su insistencia, Sansón develó su misterio y, mientras dormía en el regazo de Dalila, ella le cortó sus trenzas, despojándolo de su fuerza.[2] Los filisteos capturaron y cegaron a Sansón, indefenso ante sus enemigos.
En una representación pictórica que simula la escultura o el grabado por la técnica utilizada por Mantegna (la grisalla), al estilo de los relieves romanos,[3] se representa a Dalila con Sansón dormido confiadamente a sus pies. Dalila corta personalmente los cabellos de Sansón, (en otras obras, lo hace un siervo por ella) donde reside su milagrosa fuerza. Una fuente a la derecha de la escena y un árbol que proporciona sombra completan los elementos relajantes del episodio que acabará en la detención del héroe judío. Al fondo, los colores ígneos recuerdan otras acciones punitivas de Sansón, como la quema de campos filisteos.
Véase también
Sansón y Dalila (1529-1530), pintura de Lucas Cranach el Viejo - en el Metropolitan de Nueva York;
Sansón y Dalila (1609-1610), pintura de Rubens en la National Gallery de Londres;
Sansón y Dalila (1628), pintura de Rembrandt en la Gemäldegalerie de Berlín;