”Intento con audacia comercial, une el atractivo que para cierto público puede tener el erotismo y el vampirismo.”[1]
Manrupe y Portela escriben:
”Cuando los límites de los films de culto se diluyen sospechosamente hacia lo meramente vulgar. Film que pretende ser erótico y de terror, pero que más bien divierte por lo kitsch. Rodado en los bosques de Bariloche, puede funcionar como producto cómico”[1]