Fue vecino de Sevilla en la collación de San Lorenzo, hasta que a partir de 1502 se estableció preferentemente en Teguise, villa capital de la isla de Lanzarote.[2][3]
La tradición histórica hace a Sancho protagonista de dos acontecimientos sucedidos en Tenerife durante la conquista de las islas Canarias. El primero es el robo de la primitiva imagen de la virgen de la Candelaria de la cueva de Achbinico donde era venerada por los aborígenes guanches y su traslado a Fuerteventura, para luego ser devuelta al considerar que la reliquia no quería permanecer fuera de Tenerife. El segundo hecho es la construcción por Sancho de una torre en el territorio de Añazo, en el bando de Anaga. Esta pudo levantarse gracias al acuerdo o pacto de vasallaje que los reyes guanches habían firmado con Diego de Herrera en el año 1464, pero que por el mal trato que los castellanos hicieron a los guanches fue destruida por estos.[4][5][nota 1]
Entre 1491 y 1494 Sancho actuará como representante de su madre en el pleito que establecieron ante el consejo real contra su cuñada Beatriz de Bobadilla, viuda de su hermano Hernán Peraza, por la tutoría de sus hijos y la gestión de la herencia de Hernán. Asimismo, Sancho había obtenido de su hermano Pedro García de Herrera la cesión del señorío de la isla de El Hierro en 1492, si bien dicho señorío había sido anulado por su madre tras el desheredamiento de Pedro en 1482.[7][8]
En 1502 Sancho recibirá junto a sus hermanas María de Ayala y Constanza Sarmiento el señorío sobre las islas de Lanzarote y Fuerteventura con sus islotes, donado por su madre inter vivos por dozavas partes, cediendo a Sancho cinco, a María cuatro y a Constanza tres. Aunque todos eran propietarios en parte de ambas islas, el gobierno jurisdiccional se repartió entre Sancho y su cuñado Pedro Fernández de Saavedra el Viejo, siendo Lanzarote para el primero y Fuerteventura para el segundo.[9][10]
En 1503, tras la muerte de Inés Peraza, Sancho presentó nuevo pleito ante el consejo real en su nombre y en el de sus hermanas contra Beatriz de Bobadilla y su nuevo marido Alonso Fernández de Lugo, primer adelantado mayor de las islas Canarias, quien había tomado posesión de las islas de Lanzarote y Fuerteventura en nombre de sus hijastros. Sancho demandaba la invalidez de un mayorazgo que incluía todas las islas creado por su madre Inés en 1488 a favor de su hermano Hernán, y que dicha Inés había revocado en su último testamento. Finalmente, el consejo invalidó el mayorazgo, devolviendo la posesión de las islas orientales a los hermanos Herrera-Peraza.[11]
Asimismo, Sancho y sus hermanas también tuvieron que enfrentarse dentro de este proceso a la demanda presentada por su hermano mayor Pedro García de Herrera, quien se consideraba con mejor derecho al ser el primogénito y pedía que las islas fueran consideradas bienes partibles y se le adjudicase el quinto de la herencia. Finalmente, en 1510 los hermanos llegaron a un acuerdo y Pedro renunció a sus derechos sobre la herencia a cambio de que sus hermanos le dieran una pensión anual vitalicia de 50.000 maravedíes.[12][13]
Sancho falleció en Lanzarote el 23 de octubre de 1534, siendo enterrado en la iglesia parroquial de Teguise. En 1591 sus restos fueron trasladados a la capilla mayor de la iglesia del convento franciscano de la misma villa, fundado por voluntad testamentaria de Sancho y levantado mucho después por Gonzalo Argote de Molina, quien se había casado con Constanza de Herrera, hija del primer marqués de Lanzarote y bisnieta de Sancho.[14][15]
Argote ordenó la instalación de lápidas conmemorativas, añadiendo en el sepulcro de Sancho de Herrera el siguiente epitafio:[16]
Aquí yace el muy ilustre caballero Sancho de Herrera, señor de Lanzarote y Fuerteventura, hijo de los muy ilustres señores Diego de Herrera de Castilla, cuarto nieto del señor rey don Alonso de Castilla, último de este nombre, trece del orden de Santiago, del consejo de los Reyes Católicos, y de doña Inés Peraza de las Casas, su mujer, reyes de estas siete islas de Gran Canaria, fundador de este convento. Murió en 20 de octubre del año de 1534, siendo de edad de 92 años.
Matrimonio y descendencia
Sancho de Herrera contrajo matrimonio en Sevilla hacia 1485 con Violante de Cervantes, hija del veinticuatro de Sevilla Jorge de Medina y de su mujer Beatriz Barba, y sobrina-nieta del arzobispo de Sevilla Juan de Cervantes. Violante era viuda de Gómez Méndez de Sotomayor, del que no tuvo sucesión.[17][18]
El matrimonio entre Sancho y Violante tampoco tuvo descendencia.[17]
Constanza Sarmiento la Moza (¿?-1549), II señora de Lanzarote y en parte de Fuerteventura. Casó con Pedro Fernández de Saavedra el Mozo, hijo de su primo hermano Fernán Arias de Saavedra. Fueron padres de Agustín de Herrera y Rojas, primer conde y marqués de Lanzarote.
Algunos autores consideraban que Sancho se había casado en segundas nupcias con Catalina Escobar de las Roelas, y que con ella tuvo a su heredera Constanza Sarmiento. Sin embargo, Catalina fue en realidad una de las amantes conocidas del referido Fernán Arias de Saavedra.[20][21][22][23]
↑Para el investigador José Antonio Cebrián Latasa, ambos episodios son en realidad una amalgama de hechos ciertos, pero confundidos por el tardío relato tradicional.[6]