En este enclave natural, visitado por miles de turistas durante todo el año, en la noche de San Juan se celebra la tradicional «Bajada de la Mora», congregando a cientos de personas que al filo de la media noche se reúnen en torno a la poza[2] que forma la gran cascada de agua, corazón del paraje,[1] con el objetivo de encontrarse con la «reina mora» y poder ser bendecidos por sus milagrosas aguas.
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