Fue construido por Iberduero para dar cobijo a las familias de los obreros que trabajaron construyendo la presa de Castro (1946-1952). Fue abandonado en 1989 por el traslado de los empleados y el puesto de la Guardia Civil que custodiaba ambas presas, hecho por el cual hoy se encuentra totalmente deshabitado y abandonado. Por este motivo y debido al lugar en el que se encuentra, es un lugar curioso que despierta la atención de numerosas personas y turistas.
Características del poblado
Tiene un buen número de construcciones entre las que destacan una capilla y una estatua alegórica.[2] También existe un templo parroquial, una hospedería, un cuartel de la Guardia Civil, una escuela y un garaje del coche de línea. Todas ellas actualmente también abandonadas.[3]
Futuro del poblado
Según parece, el futuro de este asentamiento pasa por su rehabilitación como complejo turístico, al igual que ocurre en el poblado del Salto de Saucelle. Hace unos años comenzó a gestionarse esta idea[4] pero actualmente todo proyecto de desarrollo turístico está completamente paralizado.[5] Finalmente, el poblado se vendió por 260 000 € a un empresario toledano.[6]
↑«Pueblos de Zamora». El Norte de Castilla. Consultado el 3 de junio de 2011. «En la población que se construyó junto a la central hidroeléctrica de Castro destaca su capilla y una estatua alegórica. En el núcleo urbano se encuentra su templo parroquial con la espadaña de origen románico. En el interior, la imagen sedente con el Niño en brazos, posible talla románico-gótica.»
↑«La estampa de la desolación». La Opinión de Zamora. 2011. Consultado el 3 de junio de 2011. «La gran hospedería, el cuartel de la Guardia Civil, la escuela, las viviendas, el garaje del coche de línea, el botiquín ofrecen asimismo una imagen asombrosa con las redes de abastecimiento, calefacción y alumbrado desaparecidas».
↑«La estampa de la desolación». La Opinión de Zamora. 2011. Consultado el 3 de junio de 2011. «Responsables de «Explotaciones turísticas de los Arribes S. L.» reconocieron ayer que los proyectos de desarrollo turísticos previstos para este silencioso escenario «están paralizados»».