La salsa marinara fue inventada por cocineros a bordo de barcos napolitanos a mediados del siglo XVI, después de que los españoles introdujeran el tomate (un fruto del México) en Europa. Esta salsa sin carne era fácil de hacer y tardaba en estropearse gracias al alto contenido ácido de los tomates,[8] lo que la hacía ideal para los largos viajes marítimos, siglos antes de la invención de métodos de refrigeración adecuados.
Notas
↑Toni Oliver. «Salsa Marinera». NutricionyRecetas.com. Archivado desde el original el 7 de diciembre de 2010. Consultado el 5 de octubre de 2010.