Un joven mendocino va a Buenos Aires para estudiar. Allí conoce a una mujer mayor que él con la que comienza una fogosa relación amorosa. A su vez, se pone de novio con la hija de un importante abogado que puede reportarle un ascenso en su carrera. A punto de casarse, el muchacho deberá elegir entre la pasión y su propia conveniencia.
El crítico Raimundo Calcagno "Calki" consideró que este filme superó todos los trabajos anteriores del director y lo colocó en primera línea. Para Fernando M. Peña es uno de los pocos filmes de culto argentinos[2] y la crónica de El Heraldo del Cinematografista dijo:
”Si bien por la índole de su tema puede resultar la película chocante para espectadores puritanos, su carácter sentimental y pasional la hace especialmente atrayente para el público femenino, adulto.”[2]
Por su parte Manrupe y Portela escriben:
”Un clásico y un título fundamental en la filmografía de Christensen. Históricamente, inaugura el cine erótico en el país. Con elementos favoritos de su director: pasiones mórbidas, ambientes sombríos y una telaraña escenográfica omnipresente para subrayar el destino que atrapa a los protagonistas.”[2]
Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2001). Un diccionario de films argentinos (1930-1995). Buenos Aires: Editorial Corregidor. p. 518. ISBN950-05-0896-6.