Rodolfo nació en Viena, como hijo mayor de Alberto II y Juana de Ferrette. Era de la tercera generación de los duques de Habsburgo en Austria, pero el primero en nacer en Austria. Por lo tanto, él consideraba a Austria su patria, un sentimiento que sin duda transmitió a sus súbditos y contribuyó a su popularidad. Ante la pérdida de la corona imperial que habían ostentado los Habsburgo hasta la muerte de su abuelo Alberto I de Alemania en 1308, fue uno de los duques más enérgicos y activos de Austria de la Baja Edad Media. Se decía que incluso cuando era un joven ya tenía porte de rey.
Se casó con Catalina de Bohemia, la hija del sacro emperador romano Carlos IV.[1] Movido por la rivalidad con su poderoso suegro,[nota 2] que había convertido a Praga en un radiante centro de cultura, Rodolfo quiso elevar la importancia de Viena a una altura comparable o mayor. Durante más de un siglo, los duques habían fracasado en su intento de que Viena fuera la sede de su propia diócesis, como correspondía a la capital de un ducado. Viena dependía del obispo de Passau, quien tenía excelentes relaciones con el Papa, lo cual mantenía lejos las posibilidades de Viena en este sentido. Por su parte, Rodolfo recurrió a una estratagema: creó un cabildo catedralicio en la iglesia de San Esteban, el cual se asignaría a un obispo, como primer paso para crear la nueva diócesis, lo cual no se produciría hasta 1469. En años posteriores, amplió San Esteban en estilo gótico.
Rodolfo también es recordado por haber fundado Novo Mesto (Eslovenia), cuyo nombre alemán, Rudolfswert, se le dio en su honor.
Rodolfo murió en Milán repentinamente en 1365 a causa de la peste.[1] His and his wife's mortal remains are buried at the Ducal Crypt underneath the Stephansdom in Vienna.[1] No dejó descendencia, por lo que fue sucedido conjuntamente por sus hermanos, Alberto III y Leopoldo III. Las incesantes disputas los llevaron a repartirse los distintos territorios en el tratado de Neuberg en 1379. Finalmente, Federico V de Austria, como emperador, consiguió la reunificación de Austria casi un siglo más tarde y sentó las bases del Imperio Habsburgo.
Bibliografía
Baum, Wilhelm (1996). Rudolf IV. der Stifter. Seine Welt und seine Zeit. Graz-Wien-Köln.
Notas
↑El retrato que se muestra en la ficha es el primer retrato medio frontal en Occidente. Estuvo expuesto sobre su tumba en el Stephansdom de Viena durante varias décadas después de su muerte, pero ahora se puede ver en el Museo de la Archidiócesis de Viena. Aparte de la corona archiducal (inventada) y el escorzo que el pintor no manejaba completamente, el retrato es completamente realista. Incluso muestra la incipiente facioplejia del rey.