La península de Corea había sido dividida entre las fuerzas de ocupación de Estados Unidos y de la Unión Soviética desde el final de la Segunda Guerra Mundial a lo largo del paralelo 38º. Cada una de las partes trató de apuntalar a un gobierno de su lado de la frontera de ocupación y cuando comenzó la Guerra Fría, aumentaron las tensiones entre las dos Coreas. Estas culminaron en una guerra abierta con la invasión de Corea del Norte a Corea del Sur el 25 de junio. Durante este tiempo, la recién formada Naciones Unidas apoyó a Corea del Sur y la consideró como el único gobierno legal.
La resolución demandó que el Norte detuviera de inmediato su invasión y moviera sus tropas hasta el paralelo 38º. Vista como una victoria diplomática de Estados Unidos, la resolución fue completamente ignorada por Corea del Norte. Asimismo, llevó a que la ONU y Estados Unidos tomaran otras medidas, al establecer el estado para la participación internacional masiva y la expansión de la Guerra de Corea.
En la resolución 112 de la Asamblea General, las Naciones Unidas había instaurado una comisión temporal para vigilar la realización de elecciones libres en Corea.[4] La ONU había intentado reunificar Corea bajo un gobierno;[3] sin embargo, la comisión de Naciones Unidas no fue capaz de ingresar en Corea del Norte. Después de observar las elecciones en Corea del Sur, la ONU declaró en la resolución 195 de la Asamblea General del 12 de diciembre de 1948 que la nación iba a ser establecida bajo el gobierno surcoreano tan pronto como fuera posible y que las fuerzas de ocupación in situ se fusionarían por último en este gobierno, a la vez que se retirarían las tropas estadounidenses y soviéticas.[5] Pero mientras avanzaba el tiempo, el gobierno norcoreano se volvía cada vez más agresivo, de forma que las escaramuzas entre las tropas del Norte y del Sur se tornaron comunes. Se asignaron observadores militares de la ONU para supervisar la situación y evitar que escalara.[6] La resolución 293 de la Asamblea General, aprobada el 21 de octubre de 1949, reconoció como legal solamente el gobierno de Corea del Sur.[4] Por su parte, Corea del Norte negó la legitimidad de las decisiones de la ONU y declaró que dicha organización sería expulsada del país.[3] Corea del Norte envió una carta a la ONU en la que negaba la legalidad de sus actividades en Corea y decía que expulsaría a la ONU del país.[3]