La construcción de la represa se inició a mediados de la década de 1960 y se concluyó en 1974, utilizando tecnología enteramente brasileña.
Construida durante la dictadura militar, periodo de construcciones faraónicas, la represa es bastante eficaz en términos de impacto ambiental y generación eléctrica.
La central posee 14 turbinas tipo Kaplan, con una potencia total instalada de 1.551,20 MW, y posee además dos grupos de turbinas auxiliares, con una potencia de 4.750 kW en cada uno.