El 25 de julio de 1797, día de Santiago Apóstol (patrón de España y de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife), se registra el más importante acontecimiento militar de la historia de la ciudad de Santa Cruz y del Archipiélago Canario: tropas y ciudadanos se defendieron, al mando del General Gutiérrez, del ataque naval del contraalmirante inglés Horatio Nelson.[2] La poderosa Armada británica se retirará, no sin antes perder Nelson un brazo (por un cañonazo desde el Castillo de Paso Alto con el "cañón Tigre", cañón que puede ser visitado en el Museo del Castillo de San Cristóbal (bajo la actual Plaza de España). Tras la victoria en esta batalla, la ciudad fue nombrada Muy Noble, Leal e Invicta Villa, Plaza y Puerto de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, lo que influiría en su posterior declaración como capital de las Islas Canarias.
El 25 de julio continúan las actividades que recrearán los combates durante el desembarco y en la calle, así como la rendición final de las tropas del almirante Nelson. Los combates entre tropas españolas, coordinadas por el teniente general Gutiérrez, y tropas británicas, al mando del contraalmirante Nelson, se recrean en los mismos lugares donde ocurrieron hace 227 años, es decir en los alrededores del Castillo de San Juan Bautista de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.
La recreación acaba al atardecer del 25, tras la celebración de una función religiosa[1] en la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción, para conmemorar la Gesta y el patronazgo del Apóstol Santiago sobre la ciudad. Durante esta ceremonia se realiza una ofrenda floral en la tumba del general Gutierréz situada en la capilla de Santiago en la misma iglesia.[5] Tras esta celebración la imagen del Santo sale en procesión por las calles de la ciudad.