Cuando José de San Martín asumió el cargo de Protector del Perú, el territorio peruano estaba en la práctica dividido administrativa y militarmente en dos Estados: Lima, el norte y el oriente bajo la administración del protectorado; Cuzco y el sur bajo la administración del virreinato.[5]
El objetivo de la expedición militar era desembarcar en Paracas, establecer una cabeza de playa y desde ahí realizar una campaña militar que forzara la retirada de la guarnición del Ejército Real del Perú en Lima hacia la sierra. Un hito clave de la estrategia fue la ocupación de la Ciudad de los Reyes (Lima) y la proclamación de la independencia del Perú, nombrándose San Martín Protector del Perú, para desde este cargo llamar a la población a sumarse a la causa patriota.
Desembarco en el Perú
El 8 de septiembre de 1820, el ejército al mando de José de San Martín desembarcó en la playa de Paracas, cerca del puerto de Pisco, haciendo retroceder al ejército realista, que se replegó a la zona de la serranía.
El virreyJoaquín de la Pezuela tenía bajo su mando a unos 20 000 soldados, distribuidos por todo el virreinato, de los cuales la mayor parte defendía Lima.[6]
Tratando de ganar tiempo para reunir a todos los soldados, planteó una salida diplomática al conflicto, reuniéndose los delegados de ambas partes en el pueblo de Miraflores (sur de Lima), que finalmente no llegaron a ningún acuerdo aceptable para San Martín. Éste envió una división al mando del general Arenales por la ruta de la sierra, para perseguir a las divisiones realistas ubicadas en esa zona y propiciar la insurrección de las poblaciones a lo largo de su trayecto.[7]
San Martín se reembarcó en la escuadra libertadora, y en los primeros días de noviembre desembarcó en la localidad de Huacho, donde fortificó su posición e inició su estrategia para sitiar definitivamente Lima.[6]
Conferencia de Punchauca
El 29 de enero de 1821 se sublevaron altos oficiales realistas contra el virrey Pezuela, quien renunció a su cargo y fue sustituido por el general José de la Serna, que sería confirmado más tarde como virrey del Perú por la corona. El nuevo virrey propuso a San Martín nuevas negociaciones diplomáticas, que finalmente fracasaron debido a que la propuesta definitiva del general era la independencia del Perú. El sitio de Lima se prolongó por algunos meses; en el mes de marzo arribó al Perú el capitán Manuel Abreu, enviado por el rey de España como emisario pacificador, sin ninguna consecuencia favorable para los independentistas. San Martín decidió iniciar una nueva estrategia y envió dos ejércitos, uno al mando del general Guillermo Miller, para desembarcar en las costas del sur, y otra al mando del general Arenales, hacia la sierra.[7]
San Martín dejó Huacho y desembarcó en Ancón, estrechando el cerco a Lima. En simultáneo inició nuevas negociaciones de paz, que se realizaron entre mayo y junio en la hacienda de Punchauca, cerca de Lima; los delegados de San Martín fueron Tomás Guido, Juan García del Río y José Ignacio de la Roza; por parte del virrey La Serna fueron Manuel Abreu, Manuel de Llano y José María Galdeano. Las negociaciones de nuevo fracasaron.[6]
Pocos días después se pasó a sus filas uno de los más destacados regimientos de las fuerzas del virrey: el regimiento realista Numancia, compuesto de venezolanos y neogranadinos, que había sido formado en Venezuela en 1813 y enviada al Perú tres años más tarde por Pablo Morillo. Esta deserción en masa desmoralizó al resto de las fuerzas realistas, lo que obligó a De La Serna a abandonar la ciudad el 5 de julio e internarse en la sierra. Esto le abrió las puertas de Lima a San Martín.
San Martín ocupó Lima y reunió un cabildo abierto el 15 de julio de 1821. El 28, ante una multitud en la Plaza de Armas de Lima, declaró la Independencia del Perú y fue nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar.[6]
Formó su ministerio con los ministros Hipólito Unanue, de Hacienda, Juan García del Río, de Relaciones Exteriores y Bernardo de Monteagudo, de Guerra y Marina. En octubre dictó un Estatuto Provisorio de Gobierno, en el cual se establecía la división territorial, la libertad de vientres, y la libertad de los indígenas de los tributos específicos.[8] En lo jurídico, el Reglamento establecía:
todas las leyes, ordenanzas y reglamentos quedan en su fuerza y vigor, mientras no sean derogadas o abrogadas por autoridad competente.[9]
Fundó la Sociedad Patriótica, formada por 40 ciudadanos peruanos, a quienes consideró los más ilustrados entre los decididos por la causa independentista. Esta se enfrascó en discusiones sobre la forma más conveniente de gobernar, entre la monarquía constitucional que apoyaba San Martín y defendían los ministros Unanue y Monteagudo, y la república, que defendían Manuel Pérez de Tudela y Mariano José de Arce. En apoyo a sus ideas monárquicas, envió a García del Río y James Paroissien a Europa, a conseguir un príncipe de la Casa de Sajonia-Coburgo y Gotha, para que reinara en el Perú. También debieron contratar un empréstito para continuar la campaña militar.[8]
Estableció la libertad de comercio y la libertad de imprenta, pero no permitió otro culto religioso que el católico. Expulsó a miles de españoles contrarios a la independencia y confiscó sus bienes.[9]
Desde Ancón, y luego desde Lima, San Martín envió una serie de campañas para incorporar al Protectorado al resto del Perú, pero algunos triunfos parciales no pudieron evitar que el virrey La Serna se hiciera fuerte en la sierra y fijara su capital en Cuzco; el Protector no tenía fuerzas para enfrentarlo con probabilidades ciertas de triunfar.[12]
Durante su protectorado recibió una carta del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña en el territorio de la Provincia de Quito (actual Ecuador), en el que reclamaba la incorporación a la misma del batallón Numancia. A poco de desembarcar San Martín en territorio peruano, se había pasado a sus filas. San Martín se negó a perder la excelente unidad, y en su lugar envió una División Auxiliar al mando de Andrés de Santa Cruz ―en formada en su mayoría por tropas recién reclutadas de las ciudades de Norte del Perú― que participaron en las batallas de Riobamba y Pichincha.[13]
Entre el 26 y 27 de julio de 1822, se realizó la Entrevista de Guayaquil, donde se reunió con Bolívar, con el objetivo de aclarar el futuro de Guayaquil, la discusión de una posible Federación de las Américas, y el tema más importante, aclarar el futuro del Perú; San Martín llegó a plantear a Bolívar su proyecto de una Monarquía Peruana, sin embargo Bolívar se opuso rotundamente. Tras esta conversación privada, cuyo contenido solo se puede conjeturar, cedió a Bolívar la iniciativa y conclusión de la campaña libertadora.[14] A su regreso al Perú, se enteró de que su protectorado había sido disuelto, por un congreso constituyente que proclamó la República Peruana en 1822; poco después decidió retirarse de todos los cargos y volver a su país.
He convocado al Congreso para presentar ante él mi renuncia y retirarme a la vida privada con la satisfacción de haber puesto a la causa de la libertad toda la honradez de mi espíritu y la convicción de mi patriotismo. Dios, los hombres y la historia juzgarán mis actos públicos.
José de San Martín (carta a Bolívar. Lima, 10 de septiembre de 1822).[15]
Su gobierno duró desde el 3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de 1822.
Regresó a Argentina con solo ciento veinte onzas de oro, el estandarte de Francisco Pizarro bordado por Juana I de Castilla y la campanilla con que la Inquisición de Lima convocaba a los tribunales. El cirujano argentino René Favaloro interpretó el estandarte como «símbolo de la dominación y esclavitud sufrida por el Imperio de los incas, […] definitorias en cuanto a las convicciones del Libertador».[16]
Aunque San Martín decretó la libertad de Vientres, la esclavitud seguiría siendo legal en el Perú independiente hasta el 3 de diciembre de 1854.[17]
Administración política
El protectorado duró un año, un mes y 17 días y tuvo las siguientes realizaciones político-administrativas:
La organización básica de su fuerza militar, para resguardar la seguridad interna y externa.
La determinación de su propia ejecutoria educacional con la fundación de la primera Escuela Normal, así como las primeras escuelas públicas del Perú libre.
El Protectorado se basó en un Estatuto que tuvo las siguientes características:
El estatuto de gobierno fue una norma de emergencia, provisional, correspondiente a una situación revolucionaria para un Estado emergente, que había conquistado su independencia parcial y que trataba de culminarla.
La organización territorial del estado independiente se basó en el sistema departamentalista.
La Alta Cámara de Justicia reemplazó a la Audiencia Real del virreinato y asumió las funciones jurídicas y políticas del país.
Se propuso crear un Consejo de Estado, que secundaría al Protector en su gobierno, formado por varios miembros, entre los cuales estarían tres condes criollos y un marqués inca.
Otras disposiciones que cumplió el protectorado de San Martín, fueron:
San Martín respetó todos los títulos de la nobleza colonial, cambiando la denominación de Títulos de Castilla por la Títulos del Perú.
Quedó fundada la Sociedad Patriótica de Lima, con la intención de defender la instauración de un régimen monárquico peruano, del que San Martín era partidario, pero, en la práctica, sus integrantes abogaron por el sistema republicano.
Se creó la Orden del Sol para reconocer la labor de los peruanos más distinguidos y darles un estatus parecido al de los Títulos del Perú.[18]
Una comisión especial, integrada por Juan García del Río y James Paroissien, viajó a Europa por orden de San Martín, para buscar un príncipe que viniera al Perú como rey. Estos dos personajes salieron del Perú en diciembre de 1821 y arribaron a Londres en septiembre de 1822, época en que terminaba el protectorado.
Los primeros miembros del gabinete sanmartiniano fueron: Juan del Río (colombiano), ministro de Relaciones Exteriores; Bernardo de Monteagudo (argentino), ministro de Guerra y Marina e Hipólito Unanue (peruano), ministro de Hacienda.
El Perú, buscando sus raíces en el período prehispánico y hasta la independencia del Estado peruano, estuvo gobernado bajo un sistema monárquico, el cual terminó en el momento de la emancipación. En 1821, San Martín tras establecer el Protectorado, expuso su proyecto de mantener el Perú como una monarquía independiente, que era el sistema de gobierno de mayor prestigio en esos momentos en Europa, y el que se impuso en el Virreinato de Nueva España con la independencia del Primer Imperio mexicano.
Bernardo de Monteagudo, mano derecha de San Martín, era un hombre que tenía planteamientos monárquicos,y temía que los peruanos, sin instituciones sólidas, podrían derivar en conflictos con un modelo republicano, y para evitar un estado de desorden y anarquía, pensó que lo mejor era ofrecer una monarquía constitucional. Es por eso que se reconoció todos los títulos y derechos de toda la nobleza colonial, cambiando el nombre de los "Títulos nobiliarios de España" a "Títulos nobiliarios del Perú"; asimismo creó la "Orden del Sol", una condecoración militar de corte monárquica que era hereditaria,[18] fundó la "Sociedad Patriótica de Lima" que tenía el objetivo de difundir un sentimiento monárquico a la población peruana, a través de su diario "El Sol del Perú", y envió una comisión diplomática a Europa, con el fin de contactar con las principales casas reales, y encontrar al futuro Rey del Perú. Entre los candidatos que se tomó en cuenta para asumir el cargo de Rey del Perú, estaban Leopoldo I de Bélgica; el duque de Sussex, Augusto Federico de Hannover; Leopoldo de Borbon y María Clementina de Austria.
Para tal fin, San Martín, envió a fines del mismo año una misión diplomática encabezada por su ministro Juan García del Río para convencer a Leopoldo de Sajonia-Coburgo de que inaugurase la monarquía en Perú. Sin embargo, cuando se iniciaban las gestiones en Europa, San Martín decidió renunciar al gobierno en Lima y el Primer Congreso Constituyente instauró un régimen republicano, por lo que Juan García del Río fue desautorizado inmediatamente y el anhelo de un Perú monárquico con el que soñaba la aristocracia limeña pasó en definitiva al olvido.
↑ abLevene, Ricardo (1940). Historia de América Tomo VI, Independencia y organización constitucional. Buenos Aires: Jackson Editores.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)
↑O'Donnell, Pacho (1995). Monteagudo, la pasión revolucionaria. Buenos Aires: Planeta.
↑Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. «Orden "El Sol del Perú"». Archivado desde el original el 2 de julio de 2012. Consultado el 9 de abril de 2012.
↑Ruiz Moreno, Isidoro J. (2004). Campañas militares argentinas, Tomo I. Buenos Aires: Emecé. p. 308. ISBN950-04-2675-7.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)
↑«Vol. 5». Historia del Ecuador. Quito: Salvat Editores. 1980. ISBN84-345-4065-7.
↑ abMinisterio de Relaciones Exteriores del Perú. «Orden "El Sol del Perú"». Archivado desde el original el 2 de julio de 2012. Consultado el 9 de abril de 2012.