La contaminación del aire en Lima es un tema de preocupación, ya que es una zona densamente poblada. La calidad del aire se ve afectada por diversos factores, como el aumento de vehículos antiguos y el transporte público desorganizado. Esta situación tiene un impacto negativo en la salud y las propiedades de las personas. A pesar de que se han implementado medidas para abordar el problema, su efectividad no ha sido evaluada adecuadamente.[6] En 2007, la Defensoría del Pueblo emitió un informe que resaltó la importancia del aire limpio y los derechos humanos, y llamó al Estado a mejorar la gestión y seguir las recomendaciones presentadas en el informe para resolver la problemática de la contaminación del aire en Lima.[7]
Resulta importante mencionar que el estado peruano gasta oficialmente hasta 50% de la recaudación de impuestos mineros en indemnizaciones a las regiones por los daños resultantes de esta industria. De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, el origen de los conflictos sociales se debe mayormente a problemas sociales y ambientales.[9]
Madre de Dios
Las carreteras, si bien son un medio para la integración económica y social, muchas veces terminan generando un impacto negativo para el ambiente y los pueblos indígenas si es que no hay una planificación adecuada. Ellas son el medio por donde madereros ilegales transportan su mercancía y facilita la llegada de colonos a zonas colindantes a áreas naturales protegidas, donde habitan Pueblos Indígenas y PIACI (Pueblos Indígenas en Aislamiento o Contacto Inicial). Al respecto Julio Cusurichi, presidente de la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), «advirtió que la articulación vial sin planificación atenta contra derechos de los pueblos indígenas, incluida la población indígena en aislamiento».[12]
Puno
En el 2014, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) detectó en el lago Titicaca la presencia de arsénico, bario, cadmio, cobre, hierro, mercurio, manganeso, fósforo, plomo, zinc y carbono debido al vertimiento de aguas servidas, excediendo los límites máximos permisibiles indicados en los estándares de calidad ambiental nacionales.[13][14]
La deforestación en Perú es el proceso de destrucción o agotamiento de la superficie forestal de los bosques de Perú. Perú tenía a 2013 más de un 50% de su superficie cubierta por bosques,[15] de las cuales una parte importante corresponden a la Amazonía peruana. De acuerdo al Ministerio del Ambiente de Perú, entre el 2001 y el 2018 se perdieron 2.2 millones de hectáreas de bosques, principalmente en las regiones amazónicas de Loreto, San Martín y Ucayali.[15][16]Según Global Forest Watch, esto implicó una disminución del 3,1% en este período del área total de bosque primario húmedo.[17]En el 2014, según el Mapa Amazonía Peruana, el 25% de las hectáreas deforestadas se registraron en territorios indígenas y áreas naturales protegidas.[18]En el 2020, se perdieron más de 200 000 hectáreas de bosque amazónico.[19]
La deforestación y la degradación de los bosques contribuyen a la reducción de la capacidad natural de los ecosistemas en capturar el carbono en la atmósfera.[20] La deforestación representa la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero del país.[16] En 2012, generó 79.772 Gg de CO2 eq.[16]
Esta pérdida de bosques obedece a motivos como la expansión de la agricultura y la ganadería, los proyectos de carreteras, la extracción de madera y el incremento poblacional.[21] La agricultura y la ganadería a pequeña escala es la principal causa de la deforestación, aunque también afectan la agricultura industrial y la tala ilegal para narcotráfico y minería ilegal.[16][22][23] En la costa, según el Ministerio de Ambiente, se perdió el 50% de la cubierta forestal vegetal.[24]
Contaminación del aire
Perú emite diariamente 380 mil toneladas de dióxido de carbono del cual un poco más 60% se produce por la tala y quema de árboles así como las malas prácticas en la agricultura y ganadería, mientras que casi el 30% es por las industrias, el transporte y la basura.[1]
Contaminación del agua
El 70% de aguas residuales en el Perú no son tratadas.[2]
Derrames de hidrocarburos y metales pesados
La exposición a metales pesados en Perú representa un importante riesgo para la salud pública, ya que afecta aproximadamente al 30% de la población en 2024.[25]
El derrame de mercurio en Choropampa se produjo el 2 de junio del 2000 aproximadamente entre las 16:00 y 18:30 h. Este derrame se produjo luego de que un camión de Ransa Comercial, empresa contratada por la Minera Yanacocha, vertió al medio natural nueve balones metálicos que contenían 151 kg de mercurio metálico y diez cilindros metálicos de cloro gaseoso. De esta manera se afectó a más de un millar de campesinos y campesinas.[26][27]
El derrame de petróleo en el departamento de Loreto ocurrió el 30 de junio del 2014 debido a una ruptura en el Oleoducto Norperuano, específicamente en el tramo I localizado en el kilómetro 41+833 y perteneciente a Petroperú. El incidente ocurrió cerca de la quebrada Cuninico, ubicada en el territorio de la comunidad originaria del mismo nombre, en la margen izquierda del río Marañón.[29] Según la información proporcionada por Petroperú, se estima que se vertieron alrededor de 2358 galones de petróleo en las cercanías de la quebrada de Cuninico.[30]
El derrame de petróleo en Amazonas ocurrió el 25 de enero de 2016 a las 9:46 horas en la amazonía norte de Perú. Este evento fue ocasionado por una fisura en la tubería del Oleoducto Norperuano de Petroperú, ubicada en las coordenadas geográficas UTM Este: 0798601 y Norte: 9426435.[31] La ubicación exacta de la ruptura fue en el caserío de Villa Hermosa, dentro del distrito de Imaza, en la provincia de Bagua en la región de Amazonas.[32] Consecuencia de esta fisura, el crudo derramado se propagó aproximadamente un kilómetro hasta llegar a la quebrada Inayo. Ese mismo día, Petroperú notificó a la Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) sobre el derrame a través de un correo electrónico que contenía el reporte preliminar de emergencias ambientales.[31]
La empresa inicialmente atribuyó la responsabilidad del derrame a la Marina de Guerra por no comunicar el oleaje anómalo generado tras el maremoto causado por la erupción volcánica en Tonga.[33] Sin embargo, Marina de Guerra del Perú a través de la comunicación de la primera ministra, Mirtha Vásquez, desmintió la versión emitida por la empresa.[34][35] Posteriormente, la empresa el 14 de febrero le atribuyó la responsabilidad al buque petrolero Mare Doricum e inició una reclamación a los propietarios del buque.[36][37][38] Las olas contaminadas con el crudo se expandieron a lugares tan distantes de Ventanilla, como Ancón[39] y Santa Rosa[40] al norte de la provincia de Lima, así como Aucallama[41] y Chancay[42] al oeste de la provincia de Huaral. El 21 de enero del 2022, el gobierno peruano declaró 90 días de emergencia ambiental.[43] El suceso ha sido calificado por la Cancillería como el mayor desastre ecológico ocurrido en el Lima en los últimos tiempos.[44]
Desde sectores civiles se crearon campañas para limpiar las costas afectadas y rescatar a los animales cubiertos de crudo, incluido la donación de cabello humano, con puestos de donación a nivel nacional. La postura del Estado peruano fue contradictoria ante estas campañas, ya que algunas municipalidades de urbes metropolitanas como Lima[45] y Trujillo[46] lo promovían, mientras que el Ministerio del Ambiente pidió que cesen estas campañas ya que son poco efectivas e incluso contraproducentes.[47]
En noviembre de 2023, los afectados por el derrame de petróleo anunciaron que demandarían a Repsol ante el tribunal de distrito de La Haya (Países Bajos) por daños por valor de 1000 millones de dólares si la empresa no mejoraba la cuantía de las indemnizaciones.[48] La demanda se formalizó en 2024.[49]
El derrame de petróleo en Santa María de Nieva, Amazonas ocurrió el 18 de enero de 2023 a la altura de las comunidades nativas del pueblos awajún Patsam y Najaím-Paraíso, en el sector Shawit, distrito de Nieva, provincia de Condorcanqui.[50] El hecho fue ocasionado por una fisura en la tubería del Oleoducto Norperuano de Petroperú, a la altura del kilómetro 389 del tramo II de este ducto, que se ubicaba a 3 kilómetros de la zona donde se realizaban los bloqueos de carretera durante la convulsión social del gobierno de Dina Boluarte.[51]
Como consecuencia, unos 3600 barriles de petróleo se vertieron entre el 18 y 27 de enero, el cual se desbordó por la quebrada de Kayamas hasta llegar al río Chiangos, y siguió por el río Nieva hasta el llegar al río Marañón, así lo notificó la Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental.[52]
Residuos sólidos
Perú se recicla el 1.9% del total de residuos sólidos reaprovechables.[53]