Leopoldo Lugones (Buenos Aires, 1897 - Buenos Aires, 1971), también conocido como Polo Lugones, fue un policía y político argentino. Fue jefe de la Sección de Orden Político de la Policía de la Capital durante la dictadura de José Félix Uriburu. Es conocido como el principal torturador de esa época y se le atribuye la invención de la picana eléctrica,[1] la cual habría sido aplicada durante la dictadura de 1976 sobre su hija, Pirí Lugones.[2][3] Fue hijo del poeta Leopoldo Lugones.
Historia
En 1923, con 26 años, se casó con Carmen Aguirre, de 15. Tuvo dos hijas: Carmen y Susana. La pareja se separó a los pocos años.[4]
En 1929, fue absuelto por una gracia presidencial de Hipólito Yrigoyen de la acusación de violación de menores cometidas mientras fuera director del Reformatorio de Olivera durante el gobierno de Marcelo T. de Alvear.[4]
Luego de la caída del gobierno de Yrigoyen, Lugones fue nombrado por Uriburu como Jefe de la Sección de Orden Político de la Policía de la Capital con el grado de Comisario Inspector. Como tal, tuvo participación importante en la implementación del Estado de sitio y la ley marcial imperantes. Fue en este contexto en el que se señala que Lugones tuvo una participación protagónica en la tortura de presos políticos, llegando a ser considerado un "verdugo de laboratorio", ya que introdujo y promovió nuevas formas de tortura a detenidos, como la picana eléctrica.[4] Llevaba a cabo estos procedimientos en un sótano de la Penitenciaría Nacional.
Se suicidó en noviembre de 1971. Luego de dispararse en el cuello, abrió la hornilla del gas para asfixiarse.[4]
Referencias