La Población Vicente Pérez Rosales, es un sector residencial ubicado en el sector poniente de la ciudad de Chillán, Chile. El área destaca por la presencia del Estero Las Toscas y el Campus La Castilla de la Universidad del Bío-Bío, además está dividida en diversos sectores, como Santa Rosa, Martín Ruiz de Gamboa o La Castilla Norte.[1] El barrio es considerado un ejemplo de marginación social en la ciudad.[2]
Historia
En el lado poniente de la actual población, existió un cementerio denominado "Cementerio de los apestados", dado que todos los fallecidos enterrados el lugar, eran a causa de una epidemia.[3]
El sector antiguamente, era un fundo llamado "Santa Rosa", cual perteneció a la Escuela Normal de Chillán, cuyo loteo fue promovido por los mismos trabajadores de la escuela, un 20 de agosto de 1970.[1] Sus terrenos son tomados por 180 familias, conformando lo que hoy es llamado, el sector Santa Rosa, cual es considerado casco histórico de la población.[1] Los campamentos que abarcaron el sector, fueron divididos según la posición política de sus habitantes, y los nombres de estos evocaban a Che Guevara, Inti Peredo, Violeta Parra, José María Sepúlveda y Elmo Catalán.[1][4] Como medida preliminar, los mismos habitantes se organizaron para crear la primera guardería infantil, asimismo se implantaron reglamentos como, la prohibición de venta de bebidas alcohólicas, la violencia intrafamiliar y el robo entre los mismos pobladores.[1]
Otra toma es la que ocurrió entre 1974 y 1977, a un costado del Estero Las Toscas, donde abarcó entre lo que hoy se conoce como Barrio Chino y la calle Valladolid.[4]
Durante el gobierno de Salvador Allende, se dio inicio a la construcción de las viviendas, cuales serían inauguradas durante el mes de septiembre de 1973, sin embargo, a la llegada del Golpe de Estado, muchas de las viviendas a medio construir, fueron tomadas por los mismos futuros habitantes, ante el miedo de que estas les fueran arrebatadas.[1] Las casas fueron inauguradas durante los primeros días de la Dictadura militar, bajo el nombre de "Vicente Pérez Rosales", del cual, la mayoría de sus habitantes no estaban de acuerdo,[1] por ello, de manera coloquial, el sector fue apodado como "Los Módulos", dado que las casas eran mediaguas.[2] La población mantuvo este modelo de casas hasta 1989, cuando se entregaron las primeras viviendas sociales.[4] Durante toda esta época, era común observar inundaciones a raíz del desborde del estero o incendios producto de malas conexiones eléctricas.
A fines de la década de 1990, el sector se volvió foco de delincuencia, drogas y alcoholismo, lo cual, significó para los habitantes, un estigma social en la ciudad, como también una lucha constante por la erradicación del problema, cual persiste hasta la actualidad.[2]
Referencias