Phoenix es un pueblo fantasma ubicado en la región de Columbia Británica, Canadá, se ubica a 11 km al este de Greenwood. Alguna vez fue conocida como "La ciudad más alta de Canadá" ya que se ubicaba a 1,412 metros sobre el nivel del mar. Fue una exitosa ciudad minera en la década de los años 1890 hasta 1919. En sus mejores tiempos fue hogar de 1000 habitantes e incluso tuvo un auditorio para ópera, veinte hoteles, una cervecería y su propio casino. El magistrado Judge Willie Williams, quien sirvió ahí de 1897 hasta 1913[1]: 178 , se hizo famoso por su declaración: "soy el juez supremo, en la corte más alta, en la ciudad más alta en Canadá". En 1911 el equipo de hockey de esta ciudad ganó el campeonato provincial y pidió que se les dejará jugar en el torneo de Stanley Cup, sin embargo, ya era demasiado tarde para calificar.[2] La compañía “The Granby Consolidated Mining, Smelting and Power Company, Limited" operó la mina de Phoenix que llegó a producir 13.678.901 de toneladas de mineral antes de que las operaciones cesaran el 14 de junio de 1919.[2]
Años de esplendor
En 1891 se dio el descubrimiento del cobre en Phoenix, el hallazgo se atribuye al explorador americano, Bob Denzler.[2] Su descubrimiento dio paso a la construcción de un asentamiento que fue llamado "Greenwood Camp". Sin embargo, no fue hasta 1895 cuando se percataron de la verdadera riqueza del lugar y así comenzó su auge.[1]: 176 Las cabañas fueron reemplazadas por casas de madera y de ladrillo. Después, en 1896, la red ferroviaria canadiense, Canadian Pacific Railway y la estadounidense, Great Northern Railway, se asentaron en Greenwood. Para entonces, exceptuando la mina ubicada en Rossland, las ganancias estaban excediendo la producción combinada de todas las demás minas de cobre en la Columbia Británica.[1]: 177 La ciudad creó su propio periódico llamado Phoenix Pioneer en 1896. Para el primero de octubre de 1898, "Greenwood Camp" pasó a llamarse Phoenix cuando abrió la primera oficina postal.[2] A comienzos de 1900, Phoenix era una próspera comunidad con servicios de electricidad y teléfono, un hospital, sala de banquetes, salón de baile, teatro de la ópera y su propia diligencia. La prosperidad se notaba incluso en los alimentos y alojamientos: el día de Navidad de 1911, el menú del hotel Brooklyn, incluyó una serie de platillos finos como caviar ruso, sopa de tortuga y budín de ciruelas inglés con salsa de brandy.[1]: 178
Consecuencias
Cuando la Primera Guerra Mundial terminó en 1918, el precio del cobre se redujo drásticamente y Phoenix, que era totalmente dependiente de esa industria, comenzó a decaer.[1]: 179 Cuando el último mineral fue extraído en 1919, miles de personas se marcharon poco después. Bastantes habitantes dejaron atrás sus hogares y pertenencias, haciendo de Phoenix la mayor ciudad fantasma en Canadá que se hubiera visto hasta esa fecha.[2] En 1920, grupos de demolición se llevaron las iglesias, salones, tiendas, la pista de patinaje y el hospital - las cuales fueron desmanteladas y re-erigidas en otras comunidades.[1]: 179
Una mina a cielo abierto operó en Phoenix durante la década de 1950 hasta 1978; sin embargo, el proyecto fue abandonado lo que causó que los edificios históricos fueran demolidos.[2]
Una de las reliquias que persisten es el cenotafio de la Primera Guerra Mundial. Otro monumento se encuentra en las cercanías de Greenwood, donde los mineros de la década de 1970, erigieron una escultura de un ave fénix que marca las esperanzas de que algún día Phoenix se levantará nuevamente.[2] En años recientes, locales han restaurado el cementerio de Phoenix.
Televisión
Phoenix fue protagonista en la histórica serie de televisión canadiense, Gold Trails and Ghost Towns, temporada 1, episodio 3.