La leyenda de la peña trata sobre una población indígena ubicada en las cercanías de la roca. Esta población contaba con un cacique de fuerte temperamento y su hija, codiciada por muchos en el pueblo incluyendo al guerrero con el nombre de Cayaguanca. El guerrero no contaba con riquezas pero habiendo conquistado el corazón de la princesa, se reunían a escondidas de su padre. Cuando este se enteró de la relación, ordenó a amarrar a Cayaguanca en la punta de la peña y dejarlo morir de hambre y frío. Las lágrimas del guerrero inundaron la población y luego se solidificaron en rocas hasta cubrirlo completamente, convirtiéndose en lo que ahora apreciamos como el Peñón de Cayaguanca.[3]