Perea es el nombre dado por los israelitas en la región al este del Jordán entre el lago TiberÃades y el mar Muerto. Las ciudades principales fueron Amathus y Betharamphtha. Los lÃmites eran entre la ciudad de Pella en el norte, la de Filadelfia en el este, Moab al sur, y el Jordán al oeste.
Fue dominada por los cananeos hasta el siglo XIV a. C., cuando pasó a Amón. En el siglo XIII a. C. pasó al rey cananeo Sihón de Hesbón pero, en el siglo siguiente, los israelitas se apoderaron del territorio como una de sus grandes victorias en su camino a la Tierra Prometida (Nm. 21:24).[1] Perteneció a Israel hasta la mitad del siglo IX a. C., cuando los amonitas la volvieron a ocupar.