Pedro Pablo Atusparia Ángeles (Huaraz, 29 de junio de 1840 - Marián, 25 de agosto de 1887) fue un líder indígena peruano, quien condujo la Rebelión de Huaraz en 1885.
Biografía
Infancia
Las versiones sobre su nacimiento no son del todo claras. El historiador huaracino Santiago Maguiña apunta que, Atusparia nació en la ciudad de Huaraz, de padre desconocido, fue hijo de María Mallqui, una empleada del hogar que trabajaba en el local comercial de la familia Zénder Taboada en el Jirón Sucre 201.[1] La señora Emperatriz Zénder decidió encargar la crianza del pequeño a María Ángeles, ama de leche de la casa y natural del caserío de Tuquipayoc, esta era esposa de Cayetano Atusparia, del pueblo de Marián, quienes terminarían por adoptarlo legítimamente.
Pedro Pablo Atusparia fue un campesino analfabeto, como lo era todo campesino de mediados del siglo XIX. Sobre su infancia y juventud se sabe muy poco. El historiador Augusto Alba Herrera señala que probablemente la pasó «entre los campos de Marián y Huaraz». Aprendió a firmar cuando estaba convaleciente luego de la revolución.
Rebelión de Huaraz
Fue alcalde pedáneo del centro poblado de Marián, al este de la ciudad de Huaraz. En febrero de 1885, como delegado y en compañía de 39 alcaldes enviados por los campesinos de diferentes centros poblados del Callejón de Huaylas, deciden presentar un memorial al prefecto de Huaraz, Francisco Noriega, pidiéndole que se les exonere de la «Contribución Personal Indígena» y del «Impuesto de la República», a la vez denuncian el mal trato por parte de los gamonales que les habían arrebatado sus tierras y que los bajos salarios no compensaban el alto costo de vida originado por la crisis económica que atravesaba el Perú luego de la Guerra del Pacífico. No obstante sus quejas no fueron escuchadas y el prefecto ordenó su detención y posterior tortura. Ante estos hechos, a finales de febrero los alcaldes acompañantes solicitaron que se libere a su líder y se enfrentan al prefecto encargado en ese momento: Javier Collazos, quien ordena liberarlo, no sin antes cortar sus trenzas y las de todos sus seguidores. Esto constituía una afrenta al símbolo ancestral de nobleza y autoridad.
El 3 de marzo de 1885 los pobladores decidieron rebelarse. Liderados por Atusparia y Pedro Cochachin tomaron Huaraz luego de dos días de enfrentamientos contra la gendarmería, armados con piedras, machetes y picas. José Collazos (teniente gobernador) conociendo que la desproporción del número de hombres era descomunal y lo desfavorecía huyó amparado por la noche. Atusparia trató de controlar a sus hombres, y evitó que se saquearan la mayoría de propiedades, pero no pudo evitar que sus seguidores saquearan los comercios de los chinos. Ya por la noche cercaron la ciudad con campamentos en los cerros contiguos.
El 4 de marzo de 1885, durante el enfrentamiento del segundo día, Atusparia estaba al mando de 8 mil individuos, con trescientos fusiles y toda la pólvora del cuartel de Huaraz. La rebelión se extendió a todos los pueblos del Callejón de Huaylas. En Yungay, los alzados liderados por Pedro Cochachin robaron 40 cajas de dinamita de una empresa minera y amenazaron con detonar Huaraz y Yungay si esta última ciudad no se rendía (los pobladores de Yungay defendieron la ciudad durante casi un mes) la guardia urbana rechazó dos veces el ataque pero el siguiente se cobró la vida de cientos de ciudadanos, siendo Yungay finalmente tomada. Posteriormente tomaron Caraz. Esta situación duró varios meses hasta que desde Lima se envió un contingente al mando del coronel José Iraola. Los militares fueron repelidos por Pedro Cochachin. Sin embargo, reorganizados avanzaron nuevamente sobre Yungay y Huaraz.
Muerte
Atusparia fue reconocido como líder hasta que fue herido y apresado. Tuvo una entrevista en Lima con Andrés Avelino Cáceres. No obstante, de regreso a Marián, Atusparia murió el 25 de agosto de 1887, posiblemente a causa del tifus, según los historiadores Manuel Reina Loli y Augusto Alba Herrera una epidemia de este mal asoló Unchus y Marián en ese año.
Los más radicales, comandados por Pedro Cochachin continuaron la rebelión. Este sólo aceptó en sus filas a naturales que hablaran quechua como única lengua, reclamó el retorno de los Incas y rechazó todo lo occidental utilizando un discurso milenarista hasta que fue capturado y ejecutado en septiembre de 1885.[cita requerida]
Homenajes
Su gesta y nombre han sido reivindicados como parte de la lucha contra la explotación de campesinos, que culminó con la reforma agraria de Juan Velasco Alvarado (1910-1977), que dio un estatus de ciudadano a los peones de haciendas.
- Barrio de Atusparia, en la ciudad de Chacas, Áncash.
- Colegio Amauta Atusparia, en Chacas.
- Estatua conmemorativa de la liberación de Pedro Pablo Atusparia por los campesinos de Huaraz, en la plaza mayor de Huaraz.
- Colegio 88134 Pedro Pablo Atusparia, Yánac
, Corongo, Áncash.
- Colegio Pedro Pablo Atusparia, en Huaraz Ancash, ubicado a orillas del rio Santa, puente calicanto, frente al centro penitenciario de Huaraz y a 50 metros del estadio rosas pampa.
En la cultura
Atusparia es el personaje principal de un drama homónimo escrito por el literato peruano Julio Ramón Ribeyro.
Referencias
- ↑ Cf. libro de Ghiggo, en «lo escrito sobre Atusparia»
Bibliografía
- Ghiggo, Juan (2001): Pedro Atusparia y la dignificación de los campesinos de Áncash. Lima, 2001.
- Alba Herrera, Augusto (1985): Atusparia y la revolución campesina de 1885 en Áncash.
- Loli, Manuel Salvador (1987): Pedro Pablo Atusparia. Los que hicieron el Perú (n.º 12), Lima.
- Maguiña, Santiago (1974): La revolución indígena de 1885 en Huaraz y Áncash, Huaraz.
- Reyna Zegarra, Ernesto (1932): El amauta Atusparia Ediciones de Frente, Lima.
- Ribeyro, Julio Ramón: Atusparia, drama.