El período después del tratado fue sólo provisional en la inestable Europa de la Segunda Guerra Mundial. Tanto la Unión Soviética como Finlandia se estaban preparando para una nueva guerra mientras los soviéticos presionaban a los finlandeses políticamente. A principios de 1940 Finlandia demandó una alianza con Suecia pero tanto la Unión Soviética como Alemania se opusieron a ella. En abril, Alemania ocupó Dinamarca y Noruega. En junio, la Unión Soviética ocupó los países bálticos. El siguiente año, 1941, Finlandia participó de la invasión alemana a la Unión Soviética.