"En un principio el teatro fue un simple tablado; luego se establecieron los corrales, donde se levantaba también un pequeño tablado, cuyo
proscenio (la embocadura del escenario) ocupaba una orquesta cuando la comedia lo requería; delante de él se ordenaban unos bancos reservados para los que adquirían billetes personales, y detrás se colocaba el pueblo, de pié y al aire libre, por otros nombres:
infantería (por su postura necesariamente erguida) y
mosqueteros (que eran los que habitualmente ocupaban la parte trasera y más bulliciosa del patio, sector del público que más tarde se trasladó al
gallinero o al
paraíso de los teatros a la italiana). Detrás de los mosqueteros había gradas para los hombres y la
cazuela donde se apiñaban las mujeres. Por encima de todo ello, ocupando los costados y el fondo del corral, se encontraban los
desvanes y
aposentos, con palcos y balcones en que se colocaban gran número de damas y galanes, que constituían la parte más florida del concurso".
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