Desde 1993, se encuentra en estado de abandono.[4][6][10][13]
Diseño
Su diseño, con un doble trébol flotante de hormigón, sostenido por cuatro columnas delgadas que no son visibles desde el exterior y losetas de lava volcánica, rodeado por ondas de vidrio y madera, es considerado adelantado a su época.[10][13] Cuenta también con materiales regionales, como la piedra utilizada en el muro posterior, y la madera en los revestimientos y aberturas.[17] Sus planos se exhiben en los museos de arquitectura de Londres y Nueva York.[13]
Usos
Inicialmente, el edificio fue pensado para funcionar como cafetería/restaurant. Las características de su diseño permitían que todas las mesas estuvieran ubicadas junto a una ventana.[1] Su época de esplendor fue en la década de los cincuenta, cuando funcionó como confitería y restaurante. Sin embargo, luego comenzó a caer en desgracia. Durante los años setenta funcionaron allí distintas confiterías, y en los años ochenta, el café-bar Bruma y Arena.[9][10] Albergó también la Discoteca Maryana y,[9] al inicio de los años noventa, funcionó en un anexo al edificio la Parrilla Perico. Estos usos modificaron la estructura original, y degradaron su diseño.[10]
Actualidad
En 2019, en simultáneo con la declaración como monumento histórico, se propuso una restauración del edificio y se iniciaron peticiones en la plataforma Change.org. Existían temores de que el abandono y la corrosión marina (debido a que es una construcción de hormigón expuesto, a 100 metros del mar) hicieran inviable la restauración, pero un informe técnico concluyó que era posible, ya que el daño estructural era leve y muy localizado.[12][7][13]