La réplica fue realizada por la profesora de dibujo Matilde Múzquiz y el fotógrafo Pedro Saura,[2] ambos especializados en sus respectivos campos en la pintura prehistórica.[3] Siendo el trabajo de modelado, y algunos otros, por medio de una fresadora, por parte de la empresa Tragacanto.[2]
La neocueva muestra cómo era la cueva de Altamira hace 15 000 años, en el Paleolítico Superior, la época en la que fue habitada por bandas de cazadores-recolectores, en el inicio de nuestra época. Junto a la entrada de la cueva se ubicaba el campamento, organizado alrededor de hogares, y hacia el interior, en la zona de penumbra y oscuridad, se reservaron espacios para el arte. En la sala de polícromos se concentra la manifestación más espectacular del arte de las cavernas, la obra de un artista genial del Paleolítico que convierte a la cueva de Altamira en Patrimonio Mundial.
Galería de imágenes
Acceso a la neocueva
Simulación de trabajos arqueológicos en la neocueva
Lasheras, José Antonio; de las Heras, Carmen; Montes, Ramón; Rasines, Pedro; Fatás, Pilar (Enero-Febrero-Marzo 2002). «Dossier: “La Altamira del siglo XXI”»(PDF). Patrimonio Histórico de Castilla y León (Valladolid: Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León): 22-34. ISSN1578-5513. Archivado desde el original el 28 de junio de 2012. Consultado el 3 de julio de 2011.
Saura, Pedro; Múzquiz, Matilde (Enero-Febrero-Marzo 2002). «Dossier: “La réplica del techo polícromo”»(PDF). Patrimonio Histórico de Castilla y León (Valladolid: Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León): 32-34. ISSN1578-5513. Archivado desde el original el 28 de junio de 2012. Consultado el 2 de mayo de 2012.