Tras la demolición del convento Casa Grande de San Francisco se diseñó en el solar la denominada actualmente plaza Nueva. En 1848 el ayuntamiento de la ciudad aprobó el proyecto presentado por Francisco Javier Cavestany para construir una gran fuente en la plaza, coronada por una estatua del rey san Fernando. El proyecto quedó aparcado hasta que fue rescatado en 1861, dedicando la plaza y la estatua a la reina Isabel II. Ésta declinó en 1862 a favor de la antigua idea.[1]
El rey Alfonso XII puso la primera piedra del monumento el 27 de marzo de 1877, aunque pasaron cuarenta y siete años hasta que se colocó el monumento. Fue inaugurado el 15 de agosto de 1924 con una procesión extraordinaria de la Virgen de los Reyes.[1]
Joaquín Bilbao diseñó un monumento en mayo de 1918 que contaba con una estatua ecuestre de san Fernando con un estandarte, no realizado. Posteriormente, Juan Talavera y Heredia diseñó un nuevo monumento que también contaba con una estatua ecuestre. Joaquín realizó esta escultura de san Fernando con un cetro.[2] En el pedestal están las siguientes figuras:
↑Mario Gómez Moriana (2010). El escultor sevillano Joaquín Bilbao Martínez (1864-1934). Secretariado de Publicaciones de la Diputación de Sevilla. pp. 112-119. ISBN978-84-7798-282-1.