Su población era de 133 habitantes a fecha 1 de enero de 2022 según los datos oficiales del INE.
Este pequeño pueblo, que en la antigüedad pertenecía al marqués de Montortal, se asienta en la comarca de la Ribera Alta, una zona intensamente agrícola donde se cultivan naranjos y caquis. Es uno de los pocos pueblos no explotados urbanísticamente, debido principalmente a que, en su mayor parte, se encuentra en terrenos no urbanizables, lo que hace extremadamente difícil y a veces imposible obtener nuevos permisos de edificación. Sin embargo, desde hace unos años está empezando a experimentar un incremento de población y la restauración de sus edificios. En 2006, solamente 5 casas, de las cuarenta que existen en el pueblo, están deshabitadas y en venta, aunque muchas se encuentran okupadas por familias de origen étnico gitano.