Históricamente, la práctica del metepantle ha venido desapareciendo y cayendo en desuso, especialmente en el siglo pasado, cuando la cerveza (producto de la cebada) sustituyó en la vida diaria al pulque (producto del maguey).[2] No obstante, en tiempos recientes ha comenzado a haber un renovado interés por este sistema agroecológico, ya que aumenta la producción agrícola, genera mayores ingresos y es un policultivo[3] sostenible. Los metepantles se encuentran en zonas altas de Edomex, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala principalmente, laderas de montañas con pocas precipitaciones y heladas recurrentes.[2]
Los magueyes cumplen la función de reforzar los bordos de las terrazas y evitan la erosión del suelo,[3] al tiempo que se aprovechan para producir pulque y obtener fibra ixtle.[1]