En 1922 formó su propia compañía con Rafael Rivelles, actor con el que acabó por contraer matrimonio y con el que puso en escena grandes éxitos teatrales en la época como Cancela, La madre guapa o El bandido de la Sierra (1923).
Debutó en la gran pantalla en 1930, con la película El embrujo de Sevilla, de Benito Perojo. Poco después se trasladó a Hollywood donde rodó la versión en castellano de varias películas norteamericanas.
Tras la finalización de la guerra civil española contrajo matrimonio en segundas nupcias con Pedro Larrañaga Ruiz-Gómez (fallecido en 1944)[4] y terminó por consolidarse como una de las grandes damas de la escena española del siglo XX, con notables interpretaciones especialmente del dramaturgo Jacinto Benavente. Su compañía se disolvió en 1959.