Una mácula (término en latín que significa «mancha») es una lesión cutánea primaria, consistente en un cambio de color en la piel[1] causado por una alteración de la pigmentación, del riego sanguíneo o por salida de sangre (al tejido). Estos cambios no van acompañados de un aumento de consistencia ni un cambio de textura o relieve de la piel.[2] Son de color, tamaño y forma variable.