También se ha desempeñado como directora de teatro y profesora de actuación.[2] Ha desarrollado una carrera que se ha extendido por 63 años y que la han convertido en actriz de numerosas obras y telenovelas de trascendencia nacional e internacional.
Sus estudios de actuación los realizó entre 1957 y 1958 en la Escuela de Teatro Experimental de la Universidad de Chile (TEUCH), bajo la maestría de Bélgica Castro y Joan Jara. En su estadía en la casa de Bello, el recién egresado, Alejandro Sieveking, la convocó para actuar en El fin de febrero (1958).[12][13] En 1959, la compañía de teatro francés Comédie-Française, convocó a Víctor Jara, Grimanesa Jiménez, Lucho Barahona y Luz Jiménez para integrarse a una obra francesa. Al año siguiente, participó en obras como Noche para Saltimbanqui (1960), de Enrique Noisvander y Enrique Durán. Sin embargo, Jiménez interrumpió su formación para viajar en barco a Francia para reencontrarse con un antiguo amor.[14] Al regreso a su país, optó por formar su propia familia. «Abandoné el teatro por un amor, de pronto me casé y luego tuve a mis cuatro hijas», declaró Jiménez.
Participó activamente en diversas compañías de teatro independientes y universitarias, en obras como La princesa Panchita de Jaime Silva en 1970, El burlador de Sevilla y convidado de piedra de Tirso de Molina en 1976,[20] Ocúpate de Amelia en 1977 y ¿Cuántos años tiene un día? en 1978, de la compañía Ictus.[21]
1979-1990
Obra icónica en Dictadura y gira mundial
No obstante, su consagración se debió al montaje de 1979, en la obra Tres Marías y Una Rosa,[22] de David Benavente, dirigida por Raúl Osorio y protagonizada por Jiménez junto a Myriam Palacios, Soledad Alonso y Loreto Valenzuela.[23] Fue creada por Benavente y el Taller de Investigación Teatral (T.I.T.) en Teatro El Ángel de Santiago.[24] El éxito de la obra la llevó a realizar una gira mundial durante tres años por Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Inglaterra, Alemania y Francia.[25] La obra constituyó un hito en la historia del teatro chileno durante el periodo de la dictadura militar (1973-1990),[26] dado que aborda la temática de la cesantía de las poblaciones de la época y el machismo desde el punto de vista de cuatro mujeres pobladoras que tratan de superar la pobreza realizando trabajos de arpillera en un taller impartido por la Vicaría de la Solidaridad.[27]
Con respecto a la obra y a la interpretación de Luz Jiménez:
"La obra termina con el personaje de la dueña de casa –interpretado por Luz Jiménez– bailando cueca sola. Hacía muy poco que se había instaurado este elemento simóblico, porque la gente aun pensaba que sus desaparecidos –por dictadura– podían volver... Pero durante toda la obra, el marido está ausente, no se ve, y al final no está en absoluto. Y ella (Luz), termina con la cueca sola, que era sobrecogedora. Era un código porque todos sabían que una mujer bailando sola cueca era porque su marido ya no estaba (detenido y desaparecido)."
María de la Luz Hurtado.[28] Escenarios transgresores.
En 1980, protagonizó un monólogo, basado en la historia testimonial de Ema Rubilar, en la Vicaría de la Solidaridad. Ante esto, Jiménez declaró: «Era un ambiente de gran acogida el que se vivía allí, de gran cariño unas por otras, de escucharse, de mirarse, de ayudarse».[29]
Colaboración con Sonia Fuchs y Teatro UC
Luego del éxito de Tres Marías y una Rosa, los planes de Jiménez cambiaron después de que la productora Sonia Fuchs, a quien conocía desde la escuela EAC, la incluyó en el reparto de la primera telenovela a color de Televisión Nacional de Chile, Villa Los Aromos (1981).[30] Jiménez tuvo su primera oportunidad con el personaje de Raquel, dirigida por Claudio Guzmán.[31] Después de esta oportunidad, continuó colaborando en todas las telenovelas producidas por Fuchs como una de las figuras estables de su repertorio, dando inicio al área dramática de Televisión Nacional. Sus primeros trabajos en la televisión concluyeron en pequeños roles y partes del reparto secundario, poco a poco comenzó a aparecer en roles importantes.
Jiménez apareció en dos telenovelas dirigidas por Herval Rossano, La gran mentira (1982) y El juego de la vida (1983). Ambas telenovelas dirigidas por Rossano, elevaron la calidad artística e imagen, similar a las telenovelas en las que trabajó el director en la Rede Globo. Al año siguiente, actuó en La Represa, dirigida por Ricardo Vicuña, junto a Malú Gatica y Alfredo Castro. La telenovela recibió el apoyo de la audiencia. Más tarde, formó parte de La torre 10 (1984), dirigida por Vicente Sabatini, quien hace su debut como director de telenovelas. Posteriormente, obtiene un papel estelar en Marta a las ocho (1985), junto a Sonia Viveros y Lucy Salgado, encarnando a Amneris, mujer que se caracteriza por su tono de voz suave, elegancia y gustos por la música ópera. El resultado fue excelente. No sólo satisfizo al público, sino también a Televisión Nacional.
En los años siguientes, actuó en los melodramas Morir de amor (1985), La dama del balcón (1986), La Villa (1986) y en la miniserie La Quintrala. En 1987 aparece en Mi nombre es Lara, donde interpretaba a Lucrecia Ferrer una sobria y elegante escritora de novelas que se enamoraba de un ejecutivo, interpretado por Eduardo Barril.
En 1987 es convocada por el director alemán Peter Lilienthal para participar en El ciclista del San Cristóbal, cinta chileno-alemana de Antonio Skármeta.[35] En el filme, interpreta el rol de la madre enferma del protagonista, la cual es fundamental para el desarrollo de la película. La cinta se estrenó el 6 de marzo de 1989 en la televisión pública alemana ZDF.
Su gran oportunidad llegó en 1988, cuando Fuchs le ofreció su primer personaje protagónico en televisión, interpretando a Kiki Blanche, una exvedette de la revista Bim bam bum, dueña de una exclusiva peluquería de Santiago en la comedia Bellas y audaces (1988), una adaptación de la telenovela brasileña Locomotivas (1977), de Cassiano Gabus Mendes. La actriz compartió créditos con actrices como Sonia Viveros, Silvia Piñeiro, Ana María Gazmuri y la cantante Nydia Caro.[36] El director Ricardo Vicuña declaró: «Probamos muchas figuras y apostamos por ella. Por su carisma y gran dulzura. No era un papel fácil y ella lo hizo muy bien».[37] Mientras que el guionista Jorge Marchant declaró: «Tenía un físico, una actitud, modo ser y un lenguaje que no calzaba con la imagen vulgar que uno esperaría de una vedette. Era un personaje muy contenido. Pero fue capaz, con todo su talento, de convertirse en todo lo que esta podía dar en el personaje».[38] Su figura se transformó en «Icono gay» e «Icono pop» de las fiestas kitsch de las nuevas generaciones. En el mismo año, coprotagonizó Las dos caras del amor (1988), dirigida por Sabatini, junto a Piñeiro y Claudio Reyes. En la telenovela hizo el papel de Luchita, una humilde empleada doméstica que termina siendo hija del patrón de la hacienda.
Un año después, en 1989, participó en la telenovela de tres épocas A la sombra del ángel, dirigida por René Schneider Arce. Jiménez terminó la década con un repunte en su carrera gracias a su participación en la miniserie de gran éxito Teresa de los Andes,[39] estrenada en 1989, dirigida por Sabatini y protagonizada por Paulina Urrutia.[40] Allí su papel fue el de la madre superiora Angélica Teresa,[41] la líder religiosa del Convento de las Carmelitas Descalzas de Los Andes. La miniserie recibe muy buenos elogios por parte de los críticos y en la taquilla para Televisión Nacional. Según la propia actriz, este ha sido uno de sus mejores personajes que ha interpretado en televisión.
1991-1995
Formación de nuevos actores
A comienzos de 1990, se retira temporalmente de la televisión para ejercer docencia y formar nuevos actores. Entre 1991 y 1995 se integraría al cuerpo docente de El club de teatro del director Fernando González —Premio Nacional de Artes 2005—. Entre sus alumnos destacan los actores Tamara Acosta, Aline Kuppenheim, Álvaro Morales, Álvaro Escobar, Francisca Gavilán, Pablo Schwarz, Ángela Contreras, entre muchos más. Jiménez aclaró: «“Lo que más he intentado transmitirles es que la actuación es una vocación, una pasión inevitable que va más allá del ego y que esconde una veraz curiosidad por la vida, un deseo de contar, un amor por el juego”.» Según Tamara Acosta: «Ella (Luz) fue mi primera profesora de actuación. Ella fue muy importante en mi formación, tenía esa cosa maravillosa de la calidez de armar un equipo.»[42]
Posteriormente, ejercería como directora de los talleres de teatro de la Universidad de los Andes por más de una década.
En 1999 encarnó a doña Mirta Jaramillo en La Fiera, una mujer creyente de los mitos y leyendas de Chiloé. Compartió con Pablo Schwarz, Francisco Melo y Tamara Acosta. El personaje tenía en la esperanza de que El Caleuche le regresara a su esposo quien fuera desaparecido en el océano tras un naufragio.[43] La actriz logró dar de manera excepcional la interpretación del personaje, y se posicionó como una de las actrices más carismáticas del año. En 2016, la actriz declaró «este personaje ha estado siempre en mi corazón»[44]
A comienzos de década, se trasladó a Mejillones junto al equipo de Sabatini para integrar parte del elenco de Romané (2000). En la telenovela encarnó a la gitanaMama Pasca Antich, la respetada hermana del rey de la colonia étnica, que lucha contra el dolor y abandono de su único hijo quien se fuera a la capital por un amor no correspondido. En el melodrama compartió créditos con Juan Falcón, Claudia Di Girolamo, Héctor Noguera y Luis Alarcón. Al igual que su personaje anterior, es catalogado como uno de sus mejores papeles en televisión.
En 2010, la actriz fue convocada por el director Vicente Sabatini, para interpretar a María Loreto de Erdoíza y Aguirre en la producción histórica del bicentenario, Manuel Rodríguez: El guerrillero del amor.[48] En una entrevista sobre la superproducción dijo: «Es un honor interpretar este papel (madre de Manuel Rodríguez). Él fue muy valiente, muy desprendido y consecuente. Tal vez existan nuevos guerrilleros por ahí, no lo sé, pero es muy lindo escuchar el viva Chile de ese modo, algo tiembla aquí adentro en el corazón».[49]
En 2011 intervino en La Doña: Un amor de fuego, personificado a Águeda Flores, abuela materna de La Quintrala, una de las mujeres más poderosas del siglo XV en la sociedad chilena. En la superproducción compartió créditos con Claudia di Girolamo, Alfredo Castro y José Soza. En el mismo año, participó en un episodio de Los Archivos del Cardenal, dirigida por Nicolás Acuña, compartiendo escenas con Benjamín Vicuña y Daniela Ramírez.[50] En la serie, interpretó a Ana —personaje inspirado en Rosario Rojas—[51], una humilde mujer que su nieto era una de las víctimas detenidas tras el golpe militar y cuyos restos fueron hallados en una fosa clandestina en la localidad de Hornos de Lonquén. Este papel le llevó el aplauso a la crítica y reconocimientos en redes sociales por su conmovedora y respetable actuación. Según Ramírez, «Trabajar con Luz es lo más maravilloso que me ha sucedido en la vida».[52] Mientras que Pablo Illanes publicó en su cuenta de Twitter, «Luz Jiménez es una actriz extraordinaria.»[53]
En 2014 realizó un pequeño papel secundario en Las 2 Carolinas, dirigida por Sabatini y compartió créditos nuevamente con Di Girolamo. En el lanzamiento de la telenovela, en Puente Alto, Jiménez fue ovacionada por el público, donde recibió un ensordecedor y merecido aplauso. La actriz declaró: «Para mí fue un impacto muy grande, nunca me lo esperé, me impresionó, nunca había vivido algo así, un aplauso para mí, me llena de alegría, de emoción y agradecimiento». En el mismo año, coprotagonizó junto a Eyal Meyer, la obra La muerte del príncipe, de Fernando Pessoa, dirigida por Fernando Ocampo en el Centro GAM.[54]
2015-presente
Giras de teatro y reconocimientos
"Luz es una actriz muy sensible, delicada, que ha hecho personajes rudos, populares, del pueblo profundo y compone desde un amor por el oficio que es conmovedor. Hace que ella pueda construir todo un mundo en el espacio que se le de por muy pequeño que sea."
Vicente Sabatini. Festival de Cine de La Serena.
Más tarde actuó junto a Daniel Muñoz, Francisca Gavilán y Nicolás Rojas en el miniserie biográfica Zamudio (Zamudio, perdidos en la noche), de 2015, donde interpretó el papel de Mami, la abuela del personaje de Rojas.[55] En ese mismo año, protagonizó el videoclip «Presentimiento» de Prehistöricos. El 20 de agosto, recibió el Premio a la trayectoria audiovisual en la primera edición del Festival de Cine de La Serena.[56] Se unió a la compañía de teatro Niño Proletario de Luis Güenel, y formó parte de la obra El otro, junto a José Soza y Ángel Lattus, basada en el libro El infarto del alma, de Diamela Eltit y Paz Errázuriz. La obra se presentó en 2015 en una gira realizada por distintas ciudades y provincias del país, y posteriormente, tuvo un éxito inmenso y recorrieron diversos países, entre ellos España, Holanda y Bélgica.[57] Entre 2016 y 2019, la actriz se presentó con la obra en importantes teatros de Francia, entre ellos; Teatro Jean Vilar, Teatro Paul Éluard, La Ferne du Buisson, Teatro de la Ville y Teatro Jean Arpo.[58] También se presentó en 2018, en el Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea del Sur.[59]
En 2016 protagonizó la obra Fulgor de la misma compañía, basada en la inmigración y abuso laboral.[60] Tras la buena aceptación en Chile, la obra se presentó ante 150.000 espectadores en Fira Tàrrega, España.[61] También participó en el teaser O'Higgins, el guerrillero enamorado, dirigido por Ricardo Larraín, ganadora del fondo otorgado por el Consejo Nacional de Televisión.[62] Pese de haber sido convocada en el reparto de la serie por el mismo director, con su muerte se suspendió el proyecto.
Al año siguiente, formó parte del reparto de la película La memoria de mi padre (2017), junto a Tomás Vidiella, dirigida por Rodrigo Bacigalupe. Luego, apareció en dos episodios de la telenovela brasileña Los días eran así (2017) de Rede Globo, junto al actor brasileño Renato Góes.[63] Más tarde, protagonizó el teaser dirigido por León Errázuriz, Los Carcamales, la ganadora del máximo fondo otorgado por el Consejo Nacional de Televisión, CNTV.[64] A comienzos de 2018, protagonizó la segunda versión de Las palomas de Choferillo, dirigida por Claudio Fuentes, en el Centro Cultural Matucana 100.[65] En octubre del mismo año, recibió un homenaje por el Sindicato de Actores de Chile a su trayectoria. En noviembre de 2018, participó en el videoclip «Hechicera» de Lorena Erpel.
En agosto de 2019, se inició una petición en Change.org, impulsada a través de Twitter, para gestionar su candidatura al Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile de 2019, cuyo apoyo recaudó más de 10 000 firmas.[66] En octubre, realizó una gira por distintas regiones del país, protagonizando junto a Francisco Medina, la obra Nadie lee fuego mientras todo se está quemando (2019).[67] Incluso la obra se presentó durante enero de 2020 en el Teatro de La Memoria y en el Centro GAM. En 20 de diciembre, recibió de la crítica, el Premio Marés por su distintiva trayectoria en la industria de las teleseries. El 5 de enero de 2020, recibió el Premio Estrella a la trayectoria, otorgado por un equipo de aficionados a las teleseries chilenas.[68]
El 2020 participa en el filme Los anillos de la serpiente, de Edison Càjas.[69] En teatro protagonizó la obra Preludio, de Francisco Medina y participó en la audioserie Malú a Mil, dirigida por Néstor Cantillana.[70] Al año siguiente, es parte de la cinta Mis hermanos sueñan despiertos (2021), dirigida por Claudia Huaiquimilla.[71] En septiembre del mismo año, se presentó en la Muestra Escénica Iberoamericana de Tenerife, con la obra Nadie lee fuego mientras todo se está quemando.[72] En noviembre, interpretó a Beatriz Aldunate, en la segunda temporada de Caso 63 de Spotify.
En 2022, protagonizó junto a Paulina Urrutia y Claudia Cabezas, el cortometraje Baviera, de Daniela Contreras y Edison Càjas.[73] En el filme, interpretó a una mujer que intenta reconstruir su realidad, al recordar fragmentos de abusos sufridos en el hospital donde fue secuestrada de niña por una familia alemana de Colonia Dignidad.[74] La pieza audiovisual se presentó en el GAM y Festival Santiago a Mil.[75] El 21 de marzo, ChileActores le otorgó el Premio Caleuche a la Trayectoria por su excepcional labor en las artes escénicas.[76] Entre junio y agosto de 2022, Luz Jiménez participó en la campaña televisiva del comando Apruebo en el Plebiscito constitucional de Chile de 2022.
En septiembre de 2022, se anunció la participación de Luz Jiménez en Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu.[77] La actriz se radicó en México durante tres meses para el rodaje. Luego acompañó al equipo de producción a Baja California. En octubre, se integró al reparto de la segunda temporada de la serie juvenil Celeste, exhibida por NTV. En el mismo mes, se incorporó a la serie policial de Canal 13, Cromosoma 21, donde compartió escenas con Claudia Di Girolamo. En 2023 protagoniza junto a Eduardo Barril obra Historia de amor para un alma vieja, de Felipe Zambrano. Jiménez interpretará el rol que originalmente haría Delfina Guzmán, quien vio resentida su salud.[78] En julio recibió el Premio a la Trayectoria de los Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt.[79] En octubre de 2023 recibió el Premio a la Trayectoria Artística por el Festival Internacional Teatro a Mil (FITAM).