Manrupe y Portela escriben que se trata de una parodia con repetidas referencia a los tiempos modernos –incluso a los nazis- para disfrutar de Olinda Bozán en la plenitud de su gracia.[1]
La crónica de La Nación dijo:
”El buen humor de la película…no alcanza a sus escenarios, los cuales por su esfuerzo suntuoso y su despliegue contrastan con la libre alegría sin restricciones del diálogo y las esenas del imaginario relato.”[1]
”Lástima que el ingenio, la gracia fina, la originalidad se hayan tirado por la borda, como un lastre, junto a la suntuosidad de los decorados, la pobreza de recursos humorísticos se acurruca, coo si la sorprendieran desnuda.”[1]