Constituye uno de los mejores ejemplos de pitones volcánicos asociados con lavas en la provincia volcánica del Campo de Calatrava.[1] El área volcánica está definida por una fisura eruptiva con una longitud de 1 kilómetro, de la que surgieron tres centros eruptivos ("castillejos"), que se elevan varias decenas de metros sobre las pizarras encajantes, y por una colada que surgió del conducto principal, en el extremo noroeste del espacio natural.[1]
Petrológicamente, el conjunto volcánico es de composición melilitítica, con rocas negras en las que se aprecia la presencia de olivino con fenocristales, dentro de una matriz microcristalina de augita, nefelina y opacos.[1] El espacio cuenta con interés faunístico, al tratarse de una importa zona de campeo de especies protegidas de aves rapaces (buitre negro, buitre leonado, águila real, milano real).[1] Obtuvo el estatus de Monumento Natural el 5 de octubre de 1999, mediante un decreto publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el 8 de ese mismo mes.[1]
En el centro volcánico del sureste existe un yacimiento arqueológico de un poblado romano,[nota 1] con restos prerromanos, declarado BIC.[1]