La ley de abolición de la esclavitud fue promulgada por el Congreso de Venezuela el 24 de marzo de 1854, aboliendo la esclavitud definitivamente en el país.[1] Fue ratificada el 30 de marzo de ese mismo año,[2] liberando a 23.378 personas bajo la situación de esclavitud.[1]
La esclavitud en Venezuela existió desde la época precolombina, siendo practicada por algunos pueblos indígenas como los caribes y los arahuacos.[2][3][4] Esta se ampliaría e institucionalizaría tras la llegada de la colonización por parte del Imperio español en el siglo XV de la mano de traficantes portugueses, ingleses, franceses, holandeses y españoles.[5] La liberación de los esclavos fue una promesa tanto de los españoles como de los movimientos independentistas.[5] Simón Bolívar había intentado acabar con la esclavitud el 2 de julio de 1816[5] con su Decreto sobre libertad de los esclavos.
Felipe Larrazábal, Silvestre Guevara y Lira y Simón Planas propusieron la abolición de la esclavitud al presidente.[7] El proyecto de abolir la esclavitud finalmente en Venezuela llegó al Congreso por presión del presidente José Gregorio Monagas[2] a través de una petición realizada por la Diputación Provincial de Caracas en 1852.[1] La ley redactada en consecuencia constó de 16 artículos, entre ellos uno que decía que cualquier esclavo que entrara al territorio venezolano desde el extranjero sería inmediatamente libre.[1]
Esta ley también establecía una indemnización a los propietarios por la compra de la libertad de los esclavos que ascendía a un valor de 4.432.991 pesos, un promedio de 190 pesos por persona.[1][2]La misma establecía los métodos de recolección de fondos por medio de diversos impuestos a la ciudadanía para el pago de las indemnizaciones. Sin embargo, el pago de estas se alargó por años debido a la falta de fondos y los diversos conflictos armados, como la Guerra Federal, llegando a sobrepasar los 5 millones de pesos lo adeudado.[1][2]