Leche Celta fue fundada en 1989, siendo el sector lácteo gallego ya bastante notorio. Comenzó a intentar diferenciar su marca a través de la venta de leche UHT en formato de 2 litros, cuyos envases usaban los entonces renovadores sistemas de embalaje Tetra Brik de la suecaTetra Pak.
En 2006, la empresa portuguesa Lactogal compró Leche Celta a la estadounidense Dean Foods (que había sido comprada en 2001 por Suiza Foods Corporation y reestructurada por completo entre 2001 y 2005) por un importe de 50 millones de euros para irrumpir en el mercado español con fábricas y una marca ya posicionada y bien conocida por la clientela nacional.[1]
En 2007, Leche Celta llevó a los tribunales europeos a la empresa francesa Celia (Grupo Lactalis) por similitudes en las marcas de leche y otros alimentos, solicitada por Celia en la Oficina de Armonización del Mercado Interior de Alicante en 2002. Finalmente en 2009 el TJUE dio la razón a Leche Celta a través del Auto del 11 de junio de 2009 (documento 2009/C 220/28).[2]
En 2008, cuatro mil ganaderos ocuparon la fábrica de Leche Celta en Puentedeume por la decisión Puleva, Pascual y Lactogal, a la cual pertenece Leche Celta, de rebajar unos céntimos el precio de compra de la leche en origen. La protesta causó varios destrozos en la fábrica y se saldó con algunos reporteros gráficos heridos.[3]
En 2017, Leche Celta se convirtió en la primera empresa láctea en obtener el sello de bienestar animal y leche de Pastoreo otorgado por AENOR.[5]
En 2022 Leche Celta estrena un nuevo posicionamiento de marca que incluye la renovación de su identidad visual, con un logotipo monocromo y de un solo trazo y el rediseño integral de sus envases. Estos se presentan con un diseño moderno en brik de cartón plant-based de 1,5 l de alto contenido renovable, reciclable y con tapón de origen vegetal.
Además, Celta lanza un nuevo concepto de marca, «Esto es Milkfulness».