Es un macizo antiguo de formas redondeadas que Josep Pla definió en su día como de formas elefantíacas. El bosque más importante es el de encinas y en algunas áreas, de alcornoque, que son aprovechados para la industria del corcho.
Fue protegido en 1992 por el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalidad de Cataluña mediante el Decreto 328/1992.[1] En 1998 se fundó el Consorcio de las Gavarras, con representación de los ayuntamientos a cuyo término municipal pertenece el macizo, para gestionarlo.
Palau-sator no participa en el consorcio, pero tiene un territorio al sur de su término municipal que representa una extensión del macizo de las Gavarras llamado la Montaña Seca.