Habiendo llegado a este Gobierno Civil, en forma que no deja lugar a dudas, que determinados elementos han convertido la sardana "La Santa Espina" en himno representativo de odiosas ideas y criminales aspiraciones, escuchando su música con el respeto y reverencia que se tributan a los himnos nacionales, he acordado prohibir que se toque y cante la mencionada sardana en la vía pública, salas de espectáculos y sociedades y en las romerías o reuniones campestres, previniendo a los infractores de esta orden que procederé a su castigo con todo rigor.
La pieza, fue interpretada en enero de 1983 por la Guardia Real en un concierto celebrado en el acuartelamiento de El Pardo, con ocasión de una parada militar dedicada a las comisiones de Defensa del Congreso y del Senado, presidida por el ministro de Defensa de la época: Narcís Serra.[1]