Benito Pérez Galdós, en su primer libro de Fortunata y Jacinta hace mención de "La Pitita" como algo tan vergonzante que sólo un borracho en su más aguda inconsciencia confesaría haber cantado.[4]
"Pidiéronle que cantara la Pitita, y hay motivos para creer que la cantó, aunque él lo niega en redondo. En medio del desconcierto de sus sentidos, tuvo conciencia del estado en que le habían puesto, y el decoro le sugirió la idea de la fuga."
Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta (libro I, primera parte, cap. III.2 )